Cecilia Espinosa

Ciudad de México 11 de julio de 2025

Patriarcado es, que un hombre de poder económico, dueño de una televisora, de un banco, de escuelas, de monopolios del mundo con dólares.

No paga impuestos, se ofende, cuando la sociedad le saca un espejo, como a Blancanieves. Él enseña todos los privilegios de macho, hombre alfa sobre hombres y mujeres de un pueblo.

Escritoras, empleadas, periodistas son llamadas perras, por vulnerar su supremacía desde un espejo que dice verdad.

Patriarcado es, igualarse con una mujer electa por el pueblo, para hacer las cosas distintas. Llamarle de presidente a presidente.

Para verse en el espejo con igual de condiciones con la primera mujer presidenta de la república mexicana.

No puede reconocer otro espejo.

El del pueblo diverso que representa, la mujer en la silla presidencial.

Al hombre presidente empresario, designado por su dinero, por ser el dueño.

Por enriquecerse del trabajo de los otros, les molesta un espejo que enseñe a las mujeres, a los viejos, a los negros, a lo distinto que él y su egocentrismo, no pueden ver.

Se compara con luchas sociales, con injusticias con niñas y feminicidio.

Llama a defenderse de la tiranía de la mujer con poder.

Por eso lo defiende su esposa, es un buen hombre, protector y la hija buen padre gran proveedor.

Pero hoy el poder electo por el pueblo, no lo tiene otro macho alfa, es una mujer.

Una mujer que tiene otro espejo, el espejo de una nación diversa, múltiple, de derechos, de políticas de equidad.

Y salió a defender a las mujeres del trabajo, de la lucha sistemática y sistemática, de no ser el centro, el eje de los derechos del hombre con poder.

Y le enseñó, el espejo de la justicia de la dignidad de las mujeres.

Patriarcado es, seguir buscando complicidades para violentar derechos sistemáticamente sobre las mujeres y los desprotegidos.

Señor presidente de sus empresas y sus espejos de desigualdad y racismo.

Mi patria está construyendo un pueblo justo y con amor libre. No cabemos en el espejo malvado patriarcal de la desigualdad y los privilegios.

México, tiene el tiempo de las mujeres, que se defienden y se acompañan con la voz de la dignidad.

México, tiene un espejo digno, amoroso y responsable de todas y todos.

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