Por las recientes investigaciones de la UCO, de la Guardia Civil, sobre la trama delictiva y de crimen organizado que viene gobernando España en los últimos años, estamos en condiciones de afirmar que, la clase política española, ha caído en una degradación grotesca y asombrosa.
A esto debemos unir, las recientes negociaciones del señor Pedro Sánchez Pérez-Castejón, en las que se están pactando importantes cesiones a Cataluña y País Vasco, en materia de financiación y Seguridad Social, que supondrán una importante marginación para el resto de las Comunidades Autónomas, en pro del enriquecimiento de estas dos regiones, que no paran de sumar, no solo competencias, de las que carecen todos los demás, sino, una absoluta preferencia en cuanto a inversiones y concesiones, por parte del Estado.
Lo primero, en cuanto a la burda corrupción destapada, y lo segundo, un trato de favor desmedido hacia los independentistas vascos y catalanes, guarda íntima relación, puesto que se trata de amarrar apoyos determinantes, para que el Gobierno absolutamente corrompido, de Pedro Sánchez Pérez-Castejón, pueda burlar la acción de la Justicia, y, pasando, como tiene por costumbre, de la más elemental deontología democrática, permanezca en el poder, al menos hasta el final de la presente legislatura, de la que restan todavía dos años.
Debemos señalar que, la degradación política que vienen descubriendo las investigaciones, no es una cuestión repentina, o de los últimos tiempos, sino que es una triste realidad que se lleva fraguando décadas, en la que son protagonistas los dos partidos políticos hegemónicos, el PSOE y el PP.
Estamos en condiciones de afirmar que, el Reino de España, se ha convertido en una inmensa cloaca, y en un nido de víboras traidoras, los cuales, no solo se dedican a los desfalcos y las malversaciones, a salvar a sus amigos, tratando de blanquear casos gravísimos de robos y pillerías, como el caso ERE; también debieran ser investigadas violaciones de los derechos humanos, hasta la lesa humanidad.
En conjunto, debemos seguir hablando de un país, España, que sigue siendo el peor enemigo de sí mismo, merced a una clase política que ofrece síntomas de “España profunda”, y de desprecio hacia sus propios ciudadanos.
Se está revelando la peor cara posible de la clase política española, la cara de la traición a su propio pueblo. En palabras del escritor de la zona 0, durante la reciente catástrofe en la Dana de Valencia, Santiago Posteguillo: “Los políticos españoles están apuñalando a su propio pueblo”.
FRAN AUDIJE
Madrid, España, 17 de julio del 2025
Fotografía Facebook.Cloacas romanas de Austurica Augusta.
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