Desconozco si mis lectores se hacen una ligera idea de lo que supone una guerra, o, al menos, si son capaces de imaginar lo que ocurre en las batallas, y en los combates.
Con sinceridad, he de admitir que el concepto de enfrentamientos armados, para mí, era del que me habían ido nutriendo en el Cine, bastante más edulcorado que en la cruda realidad.
Cruda realidad que nunca he vivido personalmente, pero a la que me he acercado bastante a través de las Redes Sociales, puesto que, las mismas, vienen siendo utilizadas como medio de propaganda, particularmente del Ejército ucraniano, del que provienen la gran mayoría de vídeos que he podido visionar.
Conforme a los hechos tan gráficos de los combates entre rusos y ucranianos, debo afirmar que, probablemente, los actuales tanques, y vehículos blindados, en general, van a ser rediseñados, o construidos conforme a nuevos conceptos de la guerra, puesto que, los avances tecnológicos se han perfeccionado tanto, para combatir al arma de la caballería e infantería militares, que, afirmamos, con franca seguridad, que uno de los lugares más peligrosos en una batalla, a día de hoy, es encontrarse metido en un tanque, o vehículo blindado semejante.
Se ve en las diferentes imágenes de la mencionada guerra, cómo columnas enteras de blindados fuertemente armados, son destruidas en pocos minutos, y muchos de los soldados que acompañan a estos vehículos metálicos, o bien perecen en el ataque, o salen corriendo para ponerse a salvo. De estos aparentemente afortunados soldados, la mayoría perecen posteriormente, al ser atacados por drones portando mortíferas bombas, que revientan a esta huida tropa, al estrellarse el dron contra sus cuerpos, o explosionar muy cerca de ellos.
En otras imágenes, se ve cómo soldados escondidos bajo tierra, en agujeros cabados por ellos mismos, son encontrados por el enemigo, que, inmediatamente, envía un drón teledirigido, también portando material explosivo, que se estrella contra el escondrijo y explosiona, aniquilando a la tropa enemiga que acechaba, seguramente creyéndose a salvo.
Me impresionó el vídeo de un francotirador, que está siendo vigilado por una cámara enemiga, ajeno el soldado a este hecho. En un momento dado, el francotirador tiene en el objetivo un blanco que se dispone a batir, sin embargo, antes de que vaya a disparar, el propio francotirador es abatido por un disparo del enemigo, tan certero, que lo deja seco en el acto. Escena horripilante, la de ver morir a un chaval joven, en el fragor de un combate.
Recuerdo las declaraciones del General Estadounidense, Schwarzkopf, tras la victoria aliada en la Guerra del Golfo, entre 1990 y 1991, cuando relataba en un documental, cómo en cuestión de pocos minutos, destrozaron una compañía completa de carros de combate, al ser alertados por el rádar de esta ofensiva. Solo tuvieron que pulsar un botón, para sembrar el caos y la destrucción entre el incauto enemigo.
Esto es la guerra, y no otra cosa, estimados lectores. Nada más horrible y denigrante, que presenciar a personas matándose entre ellas. Personas jóvenes, muchos de ellos con un prometedor futuro en la sociedad, que son convertidos en fieras monstruosas, humanidad deformada, generadora de traumas, capaces de provocar taras en la idiosincrasia de los pueblos, desequilibrantes y mortíferas a largo plazo.
FRAN AUDIJE
Madrid, España, 21 de julio del 2025
Fotografía Facebook.
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