Por Mariana Escobedo*

Ciudad de México 13 de agosto del 2025

¿Tiempo de celebrar o de seguir trabajando para que la población mexicana tenga una jubilación digna?

El INEGI reportó hoy que, entre 2022 y 2024, la pobreza multidimensional en México bajó de 46.8 a 38.5 millones de personas, y la pobreza extrema de 9.1 a 7 millones. Desde 2018, son 13.4 millones menos viviendo en esas condiciones.

¿Es una buena noticia? Sí. ¿Es suficiente? No. Reconocer el avance no significa dormirse en los laureles.

Basta una pregunta incómoda: ¿cuántos, de los 131 millones de habitantes, tendrán jubilación?

Desde un análisis crítico, estos datos exigen investigar si la mejora proviene de políticas sociales y aumentos salariales, o si es apenas un efecto temporal de la recuperación pospandemia.

Mientras unos celebran, otros recuerdan que ningún gobierno ha frenado la informalidad que el mismo INEGI confirma: 32.6 millones trabajan fuera del sistema formal, casi el 55 % de la población ocupada.

¿Cómo celebrar eso? No me arruinen la fiesta con discursos triunfalistas cuando solo cacareamos un dato y tapamos los demás.

¿Cómo celebrar cuando persisten la desigualdad y las carencias en servicios básicos? ¿En qué momento se apagan los fuegos artificiales del 15 de septiembre?

¿Quién se atreve a restregarnos las cifras en la cara hasta tatuarlas? Ahora, ¿qué haremos con las pensiones que no tendrán quienes trabajan sin prestaciones o quienes están desempleados? Basta mirar tu propia familia: ¿cuántos no encuentran trabajo, cuántos sobreviven en la informalidad y cuántos trabajan sin que les alcance?

La informalidad es un problema estructural del mercado laboral mexicano. Y quien lo niegue, tampoco sabe qué hacer con el futuro. ¿De qué vivirán quienes tengan 70 años en 5, 10 o 20 años?

¿Cómo rescatamos el futuro? Celebrar que 13 millones salieron de la pobreza es válido, pero el reto es quintuplicar esa cifra y garantizar que todas y todos tengan jubilación. Ahí es donde la fiesta se amarga y volvemos a la realidad: ningún partido político se ha subido a ese escenario con esa bandera.

Es hora de que los tomadores de decisiones se pongan las pilas y debatan en serio: ¿cómo sacar de la informalidad a más de 30 millones y de la pobreza a todo el país?

Se avecina un “tsunami gris” donde la consigna será “sálvese quien pueda”. Y la gran pregunta es: ¿los líderes tienen un plan? ¿O al menos el valor de discutirlo? Veremos.

@_MarianaE_ en la red social X

*Mariana Escobedo fue columnista en el diario español El País, colaboradora de los semanarios Proceso, LaRevista de El Universal, conductora de noticias y programas de debate en Telesur, Once Noticias, Capital 21 y Canal 14, así como reportera en Televisa, WRadio, Canal 22 y en la Radio Pública Nacional de Estados Unidos.
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