Este verano se han iniciado las obras de distintos proyectos de reforma urbanísticos, dentro de la capital de España. Algunos de estos proyectos son excelentes ideas, que van a revolucionar el aspecto de la ciudad, acercando la urbe al ser humano, y alejándolo de los ruidos, la contaminación… para alojarle en más y mayores zonas verdes, y en espacios con menos fronteras urbanísticas, y mayor libertad para disfrutar de nuestra capital española.
Se trata, en definitiva, de racionalizar mucho más una mole urbana como Madrid, tomando la medida de las personas, para acometer las mencionadas reformas, que van a hacer mucho más placentera la experiencia de vivir en la Capital, o de transitar por la misma.
Ya desde los tiempos del alcalde, Álvarez del Manzano, Madrid se propuso volver al Cielo, en la habitabilidad de esta enorme y gran ciudad, para lo que se comenzó por achicar espacio a los coches, para dárselo al ciudadano de a pie: se ampliaron aceras, se construyó una red de aparcamientos subterráneos, se llevaron a cabo proyectos como el soterramiento de la calle Bailén, y la rehabilitación de la zona superior a la misma, con el Palacio Real, la Ópera, y la Catedral de la Almudena, como protagonistas.

Ruiz Gallardón, ha sido el más ambicioso de los alcaldes madrileños hasta el momento, continuando con esta política de entregar la Capital a los madrileños que caminan por ella. El soterramiento de la M-30 y Madrid Río, la reforma de la calle Serrano, con la construcción de un Párking subterráneo, el ensanchamiento de aceras, la colocación de nuevo mobiliario. El proyecto Prado-Recoletos, no se pudo acometer completamente, por diversas razones de infortunio, pero ahí ha quedado pendiente, porque este eje madrileño es de los más céntricos, y está necesitando un arreglo urgente.
Manuela Carmena, lejos de cambiar de política, al entrar una nueva fuerza en la alcaldía madrileña, fue continuista, e impulsó la mejora de las zonas verdes y el arbolado de Madrid, fortaleció el uso de la bicicleta y de otros vehículos ligeros no contaminantes, reformó la Gran Vía, adaptándola al centro comercial y de ocio que siempre fue esta soberbia avenida de Madrid, pero que había decaído en los últimos años. Además de cerrar el centro de la capital a los vehículos contaminantes, y establecer restricciones de entrada al casco urbano, de los mismos, en un intento exitoso por reducir la preocupante contaminación.
Cualquier obra que se acometa, siempre va a ser molesta, pero no puede ser más necesario llevar un mantenimiento de una urbe tan grande en todos los sentidos, como Madrid, además de ser importante el ir reformando zonas que se han quedado anticuadas, o que se pueden mejorar ostensiblemente, de modo que mejore, también, la calidad de vida de los habitantes madrileños.
Precisamente, la elección del verano para llevar a cabo las obras, estableciendo turnos de trabajo nocturnos, ha sido un intento de que la lógica incomodidad deje de ser tan severa, como lo sería en cualquier otra época del año.
Paciencia, pues, madrileños, que va a merecer la pena que nuestra querida Capital de España, siga compitiendo entre las ciudades más pujantes de Europa, y del mundo, para beneficio y solaz, ante todo de los que vivimos en Madrid, pero de los que nos visiten, igualmente.
FRAN AUDIJE
Fotografías: web del Ayto de Madrid.
Madrid, España, 14 de agua del 2025
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