El sino de la Península Ibérica, son los fuegos en los crudos veranos, de tan intenso calor, sobre todo en la mitad Sur de España, lo mismo que en Portugal.
El verano presente, estamos viviendo, durante las últimas semanas, una horrible ola de calor, que afecta a toda Europa, pero que se ceba con España, por pura lógica de nuestra situación geográfica, que es la más septentrional, junto con Portugal, de todo el mencionado Continente.
Esto de los fuegos en verano, no extraña en España, pues, que se ha venido equipando con medios para luchar contra los dañinos incendios peninsulares del verano, especialmente.
La especial y particular situación de los fuegos que nos están asolando durante estos días de agosto, debemos reconocer que es extraordinaria, puesto que se están quemando miles de hectáreas, en muy diversos lugares, de manera simultánea, con la particularidad de la fiereza de estos fuegos, que llegan hasta las poblaciones, y obligan a evacuarlas con extrema urgencia. Se están produciendo escenas desesperadas, en las que mueren bomberos, y vecinos que se suman a las labores de extinción, en verdaderos actos heroicos.
Una vez más, sin embargo, debemos quejarnos de la gestión política, ante todo gubernamental central, que, como nos tienen acostumbrados, reaccionan tarde y mal.
Llevamos días escuchando a las autoridades, locales y regionales, que no dan abasto, y que se necesitan mayores medios para enfrentar estos fuegos monstruosos. Se llega a pedir, que el Gobierno solicite la ayuda de la Unión Europea.
Sin embargo, la catástrofe ha pillado a sus Señorías, y al Presidente, Pedro Sánchez, en plenas vacaciones, demostrando muy poca responsabilidad, y muy poco amor por la patria, ante el remoloneo que están exponiendo.
Pedro Sánchez, ha estado inmerso en el mar de sus dificultades para conservar la poltrona monclovita, y se ha estado escaqueando de dar la cara, hasta los 10 días posteriores al comienzo de los incisivos fuegos.
De los demás ministros, sólo un selecto grupo, ha abortado sus vacaciones, para gestionar la crítica y demencial situación. El resto ha continuado las vacaciones, sin mayores rubores, cuando se impone una sesión extraordinaria del Consejo de Ministros, que pueda tomar determinaciones eficaces y extraordinarias, sobre el acometimiento de esta verdadera salvajada, que proviene de una naturaleza desatada, pero que el hombre debe tener prevista, y ante la que se debe demostrar que España nos importa, por encima de cualquier otra ambición.
La catástrofe que vivimos en toda España, recuerda al desastre trágico y humillante, que sucedió en Valencia, con motivo de las torrenciales lluvias de la última Dana. Y nos está recordando que, el actual Gobierno español, tiene en mente otros asuntos, muy distintos de los que deberían tener, como son: servir a los españoles sin excepción, gestionando la cosa pública, con una alta responsabilidad y eficacia.
FRAN AUDIJE
Fotografías: Facebook
Madrid, España, 16 de agua del 2025
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