Por: Axel García Ancira

Coordinación Internacional del INFP Morena

Ciudad de México 12 de septiembre del 2025

La discusión interna sobre la visita del enviado del gobierno de los Estados Unidos, Marco Rubio, pareció girar en torno a la estridencia de las palabras que podrían ser pronunciadas por el político de ultraderecha en tierras mexicanas. En el juego de ajedrez de la diplomacia mexicana, la partida parece haber quedado equilibrada, tras una tranquila conferencia de prensa, en donde el nivel declarativo no escaló tensiones, e incluso se habló en el tono más cordial que se recuerde de Rubio hacia México. Pero la continuidad en el calificativo hacia los grupos transnacionales del crimen organizado, como “terroristas”, no permiten desconectar lo ocurrido en la capital mexicana, con la visita al Ecuador del Presidente Daniel Noboa, país con el que México no tiene relaciones tras la invasión a su embajada en 2024.

En Ecuador, Rubio ofreció al país sudamericano asistencia y apoyo en la lucha contra el narcotráfico, luego de que Noboa se apresurara a declarar terrorista al Cartel de los Soles, que –como hemos visto en anteriores entregas– se trata de un eufemismo de asedio contra el gobierno de Venezuela. La visita de Marco Rubio por América Latina se da en el punto más alto de tensión entre Estados Unidos y Venezuela, luego de que el propio Presidente Trump diera a conocer que se habría atacado una embarcación bajo el pretexto de que llevaba un cargamento de droga del cartel de Aragua. ¿Amenaza velada a México? Además, ¿qué evidencias hay de que esta embarcación llevara drogas provenientes de Venezuela? A casi una semana de este hecho aún hay más dudas que certezas sobre la veracidad del ataque, de quiénes serían las víctimas y, lo más grave, de si no se trataba de una embarcación de migrantes. Tampoco se explica en caso de que se tratara de una embarcación cargada de narcóticos por qué habrían decidido zarpar hacia alta mar, al encuentro de buques y submarinos que se sabe cuentan con equipamiento nuclear.

Mientras tanto, del otro lado del mundo, en China, se daba un encuentro diplomático en el que se discutió un cambio de hegemonía mundial, y una abierta crítica a la beligerancia de los Estados Unidos y sus estados títeres de la OTAN, obligados ahora a medidas de ajuste frente a sus poblaciones para cumplir los designios imperiales en cuanto al financiamiento del gasto de guerra. Y decimos guerra y no “defensa”, pues el presidente Donald Trump cambió el nombre del Departamento, únicamente con el objetivo confeso de mandar un mensaje al mundo.

Además, otro aspecto que se debe considerar en el reacomodo geopolítico de Nuestra América es el resultado electoral en Argentina, en la Provincia de Buenos Aires. La insubordinación del pueblo bonaerense le ha propiciado la primera dolorosa derrota al súbdito de los Estados Unidos, y empoderado del sionismo: Javier Milei.

Para poder hablar de todos estos temas, invitamos a la periodista, editora y analista de Orinoco Tribune, Saheli Chowdhury, quien estableció conexión con nosotros desde Nueva Delhi, India.

El intervencionismo estadounidense recargado

La militarización del Caribe ha sido calificada por muchos medios como una medida intimidatoria, pero representa un despliegue sin precedentes en la historia reciente de nuestro continente. Hay que remontarnos hasta 1989, en donde con una intervención militar también “justificada” en las rutas del narco, como la última vez que vimos una invasión directa. En esa ocasión terminó con el control del Canal de Panamá, y la detención del que fuera un informante de la CIA, Manuel Noriega. Por ello, la presencia militar en la zona no puede soslayarse:

“Hay ocho barcos militares –o barcos de la marina estadounidense– y más de mil misiles, de diferentes tipos y con diversos alcances. En términos de tropas, hay 4 mil 500 activos. Pero, también tienen algo más importante, un submarino nuclear. En este sentido, cabe recordar que América Latina se declaró una zona libre de armas nucleares con el Tratado de Tlatelolco de 1967. Así que, en una zona de paz y una zona libre de armas nucleares, hay un submarino nuclear y un despliegue militar sin precedentes en los últimos dos siglos. Esto es inédito, por eso el gobierno y las autoridades de Venezuela lo toman muy en serio y anunciaron una movilización general de la milicia.”

Ante este panorama, no podemos dejar de considerar el ataque, real o simulado, a una embarcación y su relación con un cartel como propaganda para mantener la presencia militar. Es la misma estrategia que conocimos en México, cuando Felipe Calderón creó una supra-justificación que encubría los verdaderos propósitos de sus acciones en el tema de la lucha contra las drogas:

“El Tren de Aragua no es un cártel, no es una gran organización, no es nada de eso. Pasa lo mismo con el otro cártel que inventaron –porque es un invento de Estados Unidos–, el llamado Cártel de los Soles. Nunca existió. Es sólo una pieza de la imaginación de Trump y de Marco Rubio. Alguna vez dijeron que ese cártel lo lideraba Diosdado Cabello, el ministro del Interior de Venezuela; ahora dicen que el líder es el propio presidente Nicolás Maduro. Pero, el gobierno venezolano tiene una lucha aferrada en contra de las drogas, no como la de Felipe Calderón, sino una lucha que tiene que ver con la justicia social […] Por otra parte, un gran aliado –tal vez el aliado más cercano de Estados Unidos en este momento en América Latina–, Daniel Noboa, un presidente fraudulento, sí es un narcotraficante. Su familia trafica drogas a Europa. Además, es un bananero y un empresario. Y, ¿qué hace con eso? Exporta frutas a Europa y en sus contenedores de frutas, ¿qué mandan?: cocaína.” destacó Chowdhury.

La presencia militar de los Estados Unidos, no puede tampoco desligarse de lo que ha ocurrido en tiempos recientes en lugares en donde el vecino del norte ha desplegado operativos. Nos recuerda Saheli Chowdhury que esto puede ser parte de una guerra psicológica, sin embargo, un despliegue de esta magnitud tiene un alto costo, lo que genera mayor presión para obtener un resultado espectacular, por lo que el riesgo de un ataque con misiles no se descarta:

“Estados Unidos no va a invadir militarmente a Venezuela. Sin embargo, con un despliegue tan inédito, con un despliegue sin precedentes, hay una presión de mostrar resultados. Así que puede tal vez atacar a Venezuela con misiles. Hace unos días, o sea, a finales de agosto, su brazo militar, su base militar en Asia occidental, que es la entidad sionista de Israel, mató al primer ministro de Yemen y a 11 ministros. Y, como no invadieron militarmente a Yemen, enviaron misiles de largo alcance. Esto se llama en términos militares “ataques de decapitación”: decapitar a las autoridades civiles de un país para generar desestabilización, una crisis de gobernanza, y pánico. Así que esto puede ser una parte de la guerra híbrida y psicológica en contra de Venezuela”.

A pesar de que en México toda la prensa corporativa suele tener un sesgo al momento de hablar de Venezuela, repitiendo los informes de cadenas como CNN, incluso en espacios noticiosos de las grandes cadenas coinciden en que la amenaza a Venezuela es también una amenaza velada hacia México y hacia todos los países de la región. La analista de Orinoco Tribune nos explica :

“Lo que le está pasando a Venezuela puede pasar igual en México. Estados Unidos tiene en la mira a México que tiene muchos recursos naturales. Ya tenían un aliado muy cercano como Álvaro Uribe; en México tenían a Felipe Calderón, pero ya no tienen esas posibilidades de seguir controlando de la misma manera que en el pasado los recursos de México […] Así que creo que sería muy bueno, y yo lo aconsejaría a mis hermanos mexicanos, que por favor tengan un ojo a Venezuela, sigan informándose sobre Venezuela. Preguntense, ¿por qué pasa esta guerra o esa antesala de guerra a Venezuela? Y es que esto ocurre porque Estados Unidos quiere seguir controlando los recursos, no solo de Venezuela, sino de todo el mundo; quieren seguir porque el imperialismo no puede sobrevivir sin los recursos […] Su modus operandi sigue siendo el mismo. Así que en el caso de Venezuela, es el petróleo, es el oro, son otros minerales. En México será el litio, será el petróleo, porque México también tiene petróleo, y agua dulce, y otros minerales […] que quieren seguir controlando de una manera u otra. En el caso de Ecuador, Perú o Argentina, lo hacen a través de títeres, ¿no? A través de gobiernos vasallos, lacayos y sumisos. Y en el caso de Venezuela, que no pueden dominar, entonces haciéndole una guerra híbrida”, detalló Saheli .

La cumbre de Shanghái, ¿un freno al neocolonialismo?

En el otro hemisferio, se celebró en Tianjin la XXV Cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS) los días 31 de agosto y 1 de septiembre de 2025. Xi Jinping, presidente de China presidió la reunión del Consejo de Jefes de Estado y presentó la Iniciativa para la Gobernanza Global (IGG). Los países parte de esta cumbre agrupan al 42 por ciento de la población mundial, y al menos el 25% del PIB mundial. Ahí la Alianza de China, Rusia e India son un símbolo para un reacomodo internacional. Pero una de las razones para que esta cumbre tenga más credibilidad es que está antecedida por el acercamiento entre dos gobiernos que estaban en enfriamiento de sus relaciones, lo cual impacta directamente también en la geopolítica de los BRICS:

“Para poder sanar de alguna manera esos ataques estadounidenses, esos ataques arancelarios, China e India intentaron resolver ese problema fronterizo, y también otros problemas porque existe una propaganda, y lamento decirlo, pero sí existe una xenofobia muy grande en India. Así que no sé cómo van a recomponerse internamente, pero fuera están intentando acercarse a China para poder subsanar esos ataques estadounidenses a su comercio exterior. En el caso de otros, por ejemplo, Vladimir Putin y Kim Jong-un y otros líderes mundiales que vimos primero en Tianjín y luego en el desfile militar en Pekín, esto es un show, una muestra de fuerza. Pero también es otra cosa. Es un mensaje muy claro al mundo occidental de que el mundo ya no es unipolar o ya no se quedará unipolar, sino que va a cambiar,” indicó la periodista india.

En esta cumbre destacó la participación del presidente Xi Ji Ping, quien habló de un sistema de gobernanza global, que por una parte implica que los estados emergentes reclaman el peso de sus economías en un mundo, y por otra parte, ante el proteccionismo norteamericano, parece apresurar la arquitectura de nuevos vínculos económicos entre las llamadas economías emergentes. ¿Estamos en la antesala de un pacto de la importancia de los Acuerdos de Yalta, luego de que el modelo de la ONU se demuestra todos los días completamente en bancarrota moral? Aunque hay que ser cuidadosos de no apresurar conclusiones, podría haber alguna conexión entre la amenaza imperial sobre el gobierno que administra las reservas de petróleo más grandes del mundo, y la exhibición militar que vimos en Pekin la misma semana. A pregunta expresa a la analista internacional Saheri Chowdhuri, sobre si se trata de una hoja de ruta o más de las declaraciones vacías plagadas de buenas intenciones que estamos acostumbrados a escuchar en foros internacionales, nos contestó con firmeza:

“No es una simple declaración, es una hoja de ruta hacia una gobernanza global, y ya lo están haciendo. Por ejemplo, BRICS, que empezó como una coalición, una entidad más económica, financiera, se está convirtiendo en un ente geopolítico. Y ya es un jugador geopolítico porque Estados Unidos, el presidente y otros personajes del gobierno de las autoridades estadounidenses atacan al BRICS, denigran al BRICS todo el tiempo. ¿Por qué? ¿Por qué lo mencionan tanto? Porque le tienen miedo. Tienen miedo de perder la hegemonía que tuvieron durante todos esos años, durante siglos. Así que ellos están conscientes de que la hegemonía estadounidense está encaminada a su fin. Y ese fin vendrá con un mundo más multipolar, con un mundo más justo y equitativo.”

Te invitamos a ver esta entrevista completa en:

https://www.youtube.com/watch?v=MYKCvH0Jdxo&t=3582s
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