Nelson Acosta Espinoza.
Venezuela 18 de septiembre del 2025

La reciente conducta poco universitaria de la rectora de la UC. no fué improvisada ni casual.

Respondió a la política diseñada por el ejecutivo en su búsqueda de credibilidad y respaldo institucional.

Autoridades de otras instituciones universitarias, UCAB y la UCV se han  pronunciado en un tono similar al de la rectora de la UC.

En pocas palabras, estos rectores, desconociendo sus responsabilidades y el compromiso que tienen con sus instituciones y el país, se plegaron a la política del usurpador. Es decir, abogaron, en coincidencia con el «madurismo», en solicitar una negociación   cómo mecanismo para restaurar la paz (de los sepulcros)  y la convivencia democractica en el país. 

Lo trágico y vergonzoso es que estás iniciativas obedecen a la urgente necesidad de respaldo institucional que  demanda el ilegítimo gobierno. En una coyuntura donde es evidente su desmoramiento y la próxima  restitución de la legalidad institucional.

Resulta paradójico, por decir lo menos, que estas autoridades  extiendan su complacencia y respalden esta insincera solicitud de negociación y paz.

Recordemos el Acuerdo de Barbados, irrespetado por el gobierno.

Olvidan el cerco presupuestario a qué están sometidas las universidades y los salarios de hambre que devengan lo trabajadores de las instituciones dónde ustedes son las máximas autoridades.

Sean coherente. Profesores y estudiantes permanecen detenidos sin formulas de juicio y, en algunos casos, se encuentran desaparecidos.

Lo conducente es alzar la voz en forma recia,  en correspondencia con la digna tradición universitaria y solicitar su inmediata liberación y cese de la represión.

Los nvito  a imitar la conducta de rectores honorables y comprometidos con el país. Me refiero al Dr. Francisco De Venanci y Jesús María Bianco. Los menciono, sin desmerecer otras autoridades, qué igualmente han estado comprometidos con causas justas, debido a su participación en la elaboración de los estatutos que confirió la autonomía universitaria y que enfrentaron situaciones políticas complicadas que emergieron durante sus respectivas gestiones rectorales. Las enfrentaron sin poner en peligro  la autonomía y el espíritu de la «casa que vence las sombras».

Ejemplos que no se deben olvidar y, desde luego, tenerlos siempre presente en estas horas plenas de dificultades.

Sin dudas y  optimismo venceremos «las sombras» y, con pies firmes, cabalgaremos haciendo futuro.
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