Con pases largos como el Río Amarillo, el torero maracayero José Cariel, logró indultar a un novillo toro en la Feria de la Consolacíón celebrada en Táriba el pasado 31 de agosto.
Por Isrrael Sotillo
Barinas, Venezuela, 22 de septiembre de 2025
Astado de nombre «Taribero», el pura casta de la ganadería Campolargo que alcanzó un peso cercano a los 400 kilogramos encontró en el encantador pueblo tachirense las manos y la muleta ideal que lo iban a torear con maestría.
«El Amarillo», como se le conoce al solero diestro aragueño en el mundo taurino, de sobrada experiencia como matador de toros, quien se acopló al ritmo de las embestidas que él mismo le impuso a «Taribero», ejemplar que se ganó el perdón de la vida por su bravura y excelente juego en la plaza.
Táriba, la capital del municipio Cárdenas del estado Táchira, lo vivió pleno con «El Amarillo», por eso le sigue apostando a la fiesta de los toros y año tras año le sigue poniendo empeño a la realización de su Feria en honor de La Virgen de la Consolación. Es verdad que en esta Feria no se pudieron dar las dos corridas de toros esperadas o por lo menos una, como lo estuvo solicitando la afición, sin embargo, en tiempo perentorio se montó este fructífero festival que permitió mantener ahí la tradición y el que dejara buen sabor en el paladar de la gran familia taurina de los Andes venezolanos.
Allí se reunieron vestidos con trajes cortos Manolo Zapata, José Cariel “El Amarillo”, los mexicanos Isaac Chacón y el novillero Christopher Morales, quienes se encariñaron en demasía con Venezuela y están apoyando aquí en la tierra prometida la tauromaquia nacional.
Cariel olfateó temprano lo que sería su encuentro torero con «Taribero», logrando materializar el de la Parroquia Santa Rosa de Maracay, lo soñado por todo torero: la puerta grande con indulto y todo lo demás; y él pudo después de el hallazgo primero para su creación en el ruedo, utilizando el capote de brega y enseguida blandiendo el rojo de la tela rozándola con pulso la arena, lo que le permitió atraer hacia sí la transmisión de todas las energías del toro que le permitirían cosechar naturales poéticos y derechazos de templanza esa tarde de comunión que se dio en el santuario taurino de Táriba, el Coliseo Hugo Domingo Molina, entre «El Amarillo» y el de Campolargo, ‘Taribero».
Fichaje del Festival.
Manolo Zapata: Palmas, se le avisó. José Cariel “El Amarillo”: Indulto. Par de orejas representativas. Isaac Chacón: Recibió palmas tras aviso. Cristopher Morales: Oreja por su ejecutoria. Los artículos de opinión son responsabilidad exclusiva de sus autores. @UnidadParlamentariaEuropa
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