Nelson Acosta Espinoza

Venezuela 22 de octubre del 2025

Un nuevo aniversario de la «Revolución de octubre».

Ochenta años se cumplen del acontecimiento que dió inició a la modernidad política en el país.

Una generación, militar y civil, accedio al poder e introdujeron modificaciones sustantivas en la práctica política y cultural del país.

Acontecimiento que ha sido evaluado intensamente y, en la actualidad, contrasta con la regresión histórica que estamos experimentamos desde hace dos décadas y media.

La mal denominada Revolución Bolivariana es, en lenguaje coloquial ,»un salto pa’tras» político, social y económico.

Un retroceso de naturaleza histórica heredera de las experiencias autoritarias del siglo XIX.

Pero, a pesar suyo, nos ofrece una oportunidad para experimentar, lo aún no experimentado.

Reto que habrá de enfrentar la generación que sustituirá las precedentes y tendrán la obligación moral e intelectual de construir un modelo político democrático distinto a los yá ensayados. Tarea nada fácil.

A qué me refiero y porqué resaltar el grado de dificultad y oposicion esperado.

Todo cambio genera resistencia. Y los de naturaleza política son los más proclives a presentar fuertes niveles de rechazo.

Esta es una verdad bien sabida que hemos experimentado y comprobado, a sangre y fuego, a lo largo de nuestra historia política.

Ruptura del vínculo colonial, proceso de instauración del modelo republicano, consolidación democractica y quiebre de la institucionalidad republicana.

A grandes rasgos y simplificando éstos serían los capítulos de nuestra historia que hemos recorrido, experimentado y agotado.

Queda por ensayar un modelo económico y político alternativo a los de inspiración estatistas y socialistas. Uno que apueste por la individualización y rompa definitivamente con el instituido en el siglo pasado y aún vigente en el presente.

En la actualidad el país cuenta con recursos intelectuales y materiales para emprender y llevar a buen término esta tarea.

Desde luego, sería necesario sortear un cúmulo de obstáculos. Los que se derivan de la actual cultura política y la resistencia que opondrá el chavismo-madurismo.

Otros, de menor visibilidad, se encuentran dentro de sectores opositores que aún mantienen hábitos enraizados con la cultura política a ser reemplazada.

Éstos son los más riesgosos y a los cuales hay que prestar debida atención para no caer en sus trampas caza bobos.

Circulos políticos opositores barajan la posibilidad de propiciar acuerdos con el régimen con la finalidad de superar el conflicto, preservar ciertas prebendas a la dirigencia oficialista y reducir u opacar el liderazgo de María Corina Machado. En otras palabras, «cambiar para que nada cambie».

Los qué así piensan soslayan un punto crucial. La transformación esperada es de naturaleza histórica y antropológica.
Lejos de todo tipo de distracción o desviación interesada.

¿Qué pretendo significar con esta afirmación?

Estamos frente una oportunidad. Lideralizar un modelo de socialización y de individualización inédito que reemplazaría los que prevalecieron en el siglo pasado.

Develar esta mutación histórica y asumirla es el rol y el compromiso que recaerá sobre los hombros de la generación política emergente.

Sería entrar en una suerte de «era del vacío» (Gilles Lipovetsky).

Lo viejo superado y erradicado. La agotada voluntad colectiva desplazada y, el «vacío» resultante, ocupado por un individualismo no sujeto a las amarras de discursos al estilo del bolivariano socialista.

Aspiración que «proviene de la voluntad de autonomía y de particularizacion de grupos e individuos».

Un inédito dispositivo simbólico está en proceso de elaboración. El actual, yá agotado, será reemplazado y su «vacío» ocupado por un nuevo relato cultural y político inédito.

Sus protagonistas serán actores individuales y colectivos portadores de identidades distintas a las tradicionales.

Brisas frescas anuncian lluvias primaverales que pondrán punto final a la actual sequía.

El grano está maduro, tiempo de cosecha.

Los artículos de opinión son responsabilidad exclusiva de sus autores. @UnidadParlamentariaEuropa
#unidadparlamentaria #upr #Nelson Acosta