*Nelson Acosta Espinoza*
Hay frases emblemáticas. Definen épocas y momentos de quiebres históricos.
Rupturas que describen «mareas» qué en sus arrastres borran los «rostros» arquetipicos de una determinada configuración social y cultural.
El hombre ha muerto» es una de esas frases. Pronunciada por el filósofo francés Michael Foucault. «*Ha muerto como una entidad estable y central en la filosofía y debe ser superada»*
Nietzsche, en otro contexto, sentenció «*La muerte de Dios»*. «Implica la pérdida u obsolescencia de la figura de Dios cómo garante de un orden suprasensible».
Frases que encierran certezas y que anuncian fin de época y el inicio de otras circunstancias culturales que configurarán formas alternativas de asumir una «nueva» modernidad.
La «marea» en su retirada borra los rostros que previamente habían sido dibujados en la arena de la «playa».
Oportunidad para que actores puedan ensayar nuevas e inéditas actuaciones. El borde de la costa está vacía, abierta a recibir bañistas.
Esta analogía la uso con el propósito de ilustrar lo que estamos por experimentar.
Una ruptura a punto de suceder.
Retomó la imágen: Marea en retirada y la playa a la espera de bañistas.
Un poco de historia. «Juan bimba» fué un personaje símbolo de nuestra cultura popular y de uso intenso en el relato democrático.
Se le atribuyó diversos significados. Estereotipo del hombre rural como encarnación del pueblo, del venezolano auténtico.
Ingresa en el imaginario político en el año 1963, durante la segunda elección presidencial de la era
democrática.
En esa ocasión AD lo convierte en protagonista de sus promesas de gobierno. Lo simboliza su eslogan «AD partido del pueblo».
La figura de Juan Bimba, ya había sido utilizada en la literatura por Juan Vicente González, en 1860.
Posteriormente, Andrés Eloy Blanco, en la década de 1930, hace referencia de esta figura cómo «hombre humilde del pueblo «.
En la versión qué electoralmente usará AD muestra «a un elástico muñequito descalzo y el pan en un bolsillo vestido de liqui liqui con remiendo y sombrero de cogollo».
Este prototipo condensó los valores de la identidad nacional, sólo que en condiciones de precariedad material.
En esta versión, se dibujó un estereotipo de pueblo, como un sujeto desprovisto de futuro, a la espera mesiánica de una repuesta a su miseria.
Juan Bimba ha muerto. El prototipo rural no simboliza lo popular hoy día.
Tampoco la versión que vende el autoritarismo militar que se apoderó del poder.
Le corresponde a los demócratas construir el nuevo sujeto que remplazará la descolorida y agotada versión de Juan Bimba.
Un nuevo lenguaje que se empine y desplace a los tradicionales discursos.
Discurso, actores y un nuevo libreto darán vida al Juan Bimba citadino .
Ser dicho, es ser. Esa es la tarea.
Los artículos de opinión son responsabilidad exclusiva de sus autores. @UnidadParlamentariaEuropa
#unidadparlamentaria #upr #Nelson Acosta
Descubre más desde REVISTA UNIDAD PARLAMENTARIA
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.
