*Nelson Acosta Espinoza*

Venezuela 7 de noviembre del 2025
La desesperanza ronda. Anida en  muchos  corazones.

Se piensa que este embrollo en el cuál estamos no tiene salida a corto plazo.

Vale, entonces, formular la preguntas siguientes :

¿Con qué opciones se cuenta? ¿Cómo desenredar la estopa política que impide la «limpieza» del juego político?

En la actualidad se bregan distintas opciones. Me permito resumirlas.

1) Intervención extranjera. Muchos compatriotas (especialmente los que hacen vida en el extranjero) sostiene que esta es la única salida al actual impasse político. Improbable y no recomendable.

2) Negociación. Acordarse con el régimen en torno al otorgamiento de ciertas concesiones y garantías a los patrocinantes de esta opción. Ilusoria.

3)Reconocimiento del resultado electoral de la elección presidencial del 28 de Julio del 2024. Difícil. No está en la agenda del gobierno.

4) Resistencia cívica y pacífica. Lo deseable

5) Resignación cómplice con la destrucción de lo que con gran propiedad, el historiador Germán Carrera Damas llamó, nuestra obra fundamental del siglo XX,  «*la democracia pluralista que garantizaba alternabilidad, equilibrio de poderes, rendición de cuentas, derechos humanos* Descartable

Son variadas y contradictorias, las «barajas» que están sobre la mesa donde se «juega» el futuro político de la República.

Recientemente, en la Universidad de los Andes, fiel a la tradición contestaria y democrática cansona con el Ser universitario, se venció a los representantes del totalitarismo gubernamental.

La plancha de la unidad democractica los derrotó en forma aplastante en la elección para elegir la Presidencia de la Federación de Centros Universitarios

Procedimiento que estaba suspendido desde hace cinco años.

Este ejemplo  ilustra el camino a recorrer para restablecer la República Liberal y Democrática .

Muestra que nuestra cultura democrática sigue vigente e impermeable a las distracciones y «golosinas» que oferta el oficialismo y al oportunismo de los «alacranes» de la política.

Sí hay reservas. Los jóvenes de la ULA  mostraron el camino a seguir.

Triunfó la voluntad democrática y se derrotó el pesimismo colaboracionista.
Esta es la carta apropiada con la que se debe jugar en la presente coyuntura.

*Que vivan los estudiantes  qué no le asustan las balas ni el ladrar de la jauría*.
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