PEDRO SÁNCHEZ, O EL ATOCINAMIENTO DE LA CORRUPCIÓN

Antes de nada, debo explicar lo que quiero decir con este titular:

La palabra, «Atocinamiento», viene de una zona del cuerpo del cerdo, conocido también como «Chancho», en la América de habla hispana, en la que abunda una grasa compacta y de considerable grosor, que recibe el nombre de «Tocino». Por tanto, en línea de similitud con esta zona física del cerdo o chancho, algo atocinado, es todo aquello tan compactado y de palpable envergadura, que produce la impresión de un bloque consolidado y contudente, cual sería el caso de la corrupción que produce este singular presidente de España, por el que no me siento representado, al igual que millones de españoles, a los cuales no nos queda otro remedio que aguantarlo con estoicismo.

En una democracia como debiera ser, es decir, democracia donde se respeten las leyes, de manera que, el mundo del Derecho, prime e impere sobre otro cualquier tipo de interés, el actual Gobierno que preside, Pedro Sánchez Pérez-Castejón, habría encontrado como necesaria e ineludible, una solución a su continuidad en la dirección del Estado: o bien legitimar su actuación, mediante el adelanto de Elecciones Generales, o bien su dimisión en pleno, para dar lugar a una renovación democrática, en una consulta Electoral a la ciudadanía.

Eludir consultar a los soberanos de esta nación, como somos el conjunto de los ciudadanos españoles, si estamos conformes con esta política, y con la corrupción que se demuestra ha desplegado este Gobierno de Pedro Sánchez, equivale a una actitud tiránica, opresora, de mucha cara dura, y, como se concluye, completamente antidemocrática.

Lo democrático es respetar la voluntad del pueblo, y mantener una dignidad política deontológica. Las actitudes embaucadoras, de mentir por sistema, engañar, y estafar a los españoles, son delito, en sí mismas, y, antes de que pueda actuar el Poder Judicial, se debe bajar uno del carro, y preguntar sobre el parecer de estos hechos a los demás, de los que salen los sueldos de todos los funcionarios y cargos públicos.

El comportamiento de Pedro Sánchez y sus secuaces, desafiando la democracia y el Estado de Derecho en España, aprovechando que ya estaba algo maltrecho, por la corrupción que les ha precedido, denota que estos señores son unos canallas, que están traicionando la nobleza y la honradez como instituciones directrices de una nación desarrollada y civilizada en Occidente.

Me ofrecen amplias dudas, por otro lado, las Encuestas de intención de voto en España, puesto que continúan reflejando una intencionalidad marcada, a seguir apoyando la corrupción ilustre de estos señores tan macabros, que, incluso, están violando los derechos humanos hasta la lesa humanidad.

¿Terminará convertida España, en el país de los vagos y maleantes, que la II República española trató de combatir, y a lo que el régimen de Franco tomó el relevo, combatiéndolo también?. España, derivado de su climatología, posee una tendencia muy propensa a las fiestas y las juergas, y nada tenemos en contra de la diversión, pero debemos vigilar esta deriva natural, porque es un síntoma de decadencia.

FRAN AUDIJE
Fotografía Juan Luis Guedejo
Madrid, España, 13 de diciembre del 2025

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