Antonio TENORIO ADAME.

La Presidencia de la República despidió el 2025 con noticias promisorias: El crecimiento económico, con especial relevancia de estados del sur; así también, destacó la reducción de la pobreza en el país, ya que 13.4 millones de mexicanas y mexicanos salieron de la pobreza desde el 2018; la clase media aumentó en un 12.4%. No faltó, desde luego,v el dato de la mejora de la creación de empleos.

Por tanto, “es la primera vez que en México hay más personas que están reconocidas en clase media y menos personas en pobreza “. Datos que provienen del Banco Mundial.

Los logros alcanzados son blanco de ataques políticos de toda laya; no obstante, resultan ser el epicentro del debate.

La Nación, sin embargo, marcha en sentido inverso y atraviesa por una zona de turbulencia con riesgo de colapsar, como consecuencia de la política agresiva del Presidente de los EEUU, delineada en términos de:1. Establecer aranceles, 2. Ofensiva política antimigrante, 3. Designación de terroristas a narcotraficantes, y 4. Declaración de arma letal al fentanilo.

Estas premisas, de orden económico y criminal, son las causales de la injerencia militar al servicio de reposicionar la economía estadounidense a través del proteccionismo, ante la imposibilidad de elevar su competitividad tecnológica, y científica.

Dentro del desconcierto, hay noticias favorables, acerca de que México,en la guerra de aranceles, ha sido favorecido, lo que augura permitir se conserve el ritmo de actividad mercado; o sea, una economía sin retroceso, pero tampoco con crecimiento.

Los presagios del 2026 no son del todo alentadores; hay que recordar que la primera década del siglo XXI dejó su huella de pesadumbre; en ese contexto, las condiciones internas se agravaron conforme se desarrollaba el conflicto bélico, cuyas características son la multipolaridad de brotes de conflictos, como son:

a.- Gaza; el avasallamiento de Israel ha dejado a Palestina como un espacio de tierra arrasada; “no queda suelo, son residuos contaminados”, se ha fraguado un verdadero ecocidio ambiental, donde hay 100 mil toneladas de explosivos, con un alto número de víctimas, 70 mil pérdidas de vida y 170 mil heridos, y población vulnerable, sin la posibilidad de recibir la ayuda internacional, ante una opinión mundial inerte postrada a los delitos de lesa humanidad, calificada de genocidio.

b.- Ucrania, la guerra en Europa se encuentra en fase intermedia de negociaciones concertadas, bajo el palio del presidente Trump, quien muestra conformidad con Vladimir Putin en las negociaciones en torno a ceder territorio ocupado con población de origen ruso. Ya Volodimir Zelenski anuncia la reunión con Trump para cerrar el plan de paz.

c.-Estado Islámico de Nigeria; el presidente Trump se expresó con satisfacción por el bombardeo, “potente y letal ataque”, contra el Estado Islámico (EI) en el noroeste de Nigeria. A su vez, describió al EI, como “escorias terroristas”, acusado de “atacar y asesinar brutalmente a cristianos inocentes”.

d.- Venezuela; la república bolivariana, se encuentra bajo acoso militar de un cerco marítimo con ataques a embarcaciones acusadas, sin pruebas, de tráfico de drogas, lo que ha ocasionado decenas de muertes en aguas internacionales; o sea, considerados, actos de piratería.

Esta es, a grandes rasgos, la situación de conflictos en el marco internacional.

Prevalecen en el ánimo del país destellos de certidumbre, con noticias alentadoras en torno al crecimiento económico, destacando el de los estados del sur; otras cifras estimulantes, son los datos de mayor ocupación laboral.

Como es de dominio público uno de los factos de confianza es la “leyenda urbana” de que a México le va bien cuando la Army U. S. se desplaza en otras latitudes lejos de la frontera. Como ahora al parecer sucede.

Lo extraño de esta certidumbre consiste que las aguas del Caribe son el escenario donde se desplaza la flota marítima estadounidense, lo que significa que el desempeño de la fuerza militar se encuentra en la tercera frontera del país; o sea, próxima a nuestro territorio e intereses de seguridad.

Las penas infringidas a Venezuela ponen en riesgo nuestra soberanía nacional; no obstante, la ponderación de sus consecuencias es vista por algunos observadores con simpleza, como ocurre en hechos exhibidos por el periódico Reporte Índigo en las redes sociales.

El contexto de sus comentarios es mostrado sin ningún recato ni responsabilidad al llevarlos al nivel de lo individual, tal como si fuera un acuerdo familiar donde el marido y su esposa toman decisiones mutuamente sin discusión alguna.

Los límites de diferencia entre lo público y lo privado están señalados en la constitución donde se establecen derechos y responsabilidades a los ciudadanos por el pacto fundamental donde se asienta la formación de la Nación.

Sobre la lógica de la simplicidad, los empresarios editoriales demandan a la presidenta Sheinbaum la entrega de la Nación a los Estados Unidos, lo que significaría asumir el delito de traición a la patria.

Una vergonzosa muestra de la pérdida de memoria de nuestra historia.