SAR DÑA LEONOR DE BORBÓN Y ORTIZ, PRINCESA DE ASTURIAS

Debo reconocer que soy simpatizante de la Monarquía, y no sabría explicar exactamente la razón. Puede que fuera por el bagaje histórico, lo cual nos lleva al patriotismo; o por una simple visceralidad; quizás por ambas razones mezcladas.

Lo cierto es que nos encontramos ante un gran rey, como lo es Felipe VI. Porque es un rey con corazón, con un alto talante de estadista demócrata, y porque ha sabido asumir los cambios que la realidad española exige a una institución tan tradicional como la Monarquía, con naturalidad y saber hacer.

Críticas no faltan, pero debemos considerar que, el rey, cuenta con graves limitaciones y condicionantes a su posible voluntad política, aunque sabemos que es inequívocamente demócrata y Constitucional, como bien ha demostrado. Esto nos habla de un rey que opera dentro de la legalidad, cumpliendo con las funciones encomendadas por los españoles, a través de las Cortes de España.

Por otro lado, nos es posible alegrarnos ante la continuidad de la Jefatura del Estado, en la personalidad de la hija mayor del rey, a quien corresponde la heredad al trono de España, SAR Dña Leonor. La princesa de Asturias, es una chica prometedora, con un empaque de reina muy acusado, y que celebro desde aquí con satisfacción.

Desde hace pocos años, Dña Leonor, se ha iniciado en sus labores como princesa y futura reina, y, desde el primer momento, ha ido creciendo como estadista, al tiempo que se desarrollaba como persona y como mujer.

La verdad es que, desde el respeto merecido, como persona y como estadista, debo reconocer que no me sugiere nuestra futura reina, el apelativo de «Dña», sino tan solo el de Leonor, o el de la princesa o la reina, Leonor. Estamos ante una chica joven, simpática, natural, cercana, pero que sabe estar en su lugar, y que aprende muy rápido el papel que la Historia le tiene reservado.

Nos queda solo reconocer algo que salta a la vista: lo bonita que es nuestra princesa de Asturias, y futura reina de España, Leonor de Borbón y Ortiz. Sin duda, la más bella heredera al trono, en una nación del Occidente europeo. Bella por dentro, y por fuera también, nuestra Leonor.

Apelando a la Historia, nos podríamos remontar a la hermosa Isabel de Portugal, esposa del Emperador Carlos V, y I de España. Una mujer tan atractiva desde todo punto de vista, a semejanza de Leonor, que sus servidores más cercanos estaban respetuosamente enamorados de ella, hasta el punto de que, uno de ellos, el principal, abrazó la santidad, por celo hacia la muerte, que les dejó, en un momento dado, sin la inspiración de lo que tenían por su gran tesoro.

FRAN AUDIJE
Fotografía Facebook
Madrid, España, 29 de diciembre del 2025
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