Cecilia Espinosa
Fotografía Benito Jiménez Patrón
Ciudad de México, a 10 de marzo del 2022
En todas las asambleas previas de organización a la marcha del 8 de marzo, existía un ambiente de estigmatizar y dividir a las mujeres. Unas compañeras, desde el privilegio de la nómina del sistema, vendiendo el análisis del gobierno patriarcal.
Mujeres malas, violentas, pagadas por los hombres malditos contra AMLO y Claudia. En esta ciudad, gobernada por AMLO en el pasado. las feministas, lo conocemos perfectamente, y nos arrepentimos de haber callado su misoginia. Esta ciudad que vio a Claudia acarrear mujeres días antes, para lanzar una campaña patriarcal como feminista.
Esta ciudad, que vive la simulación de la paridad en el poder, con mujeres esperando la instrucción del gran jefe cacique. Esta ciudad que imaginó la Malinche, constructora de la patria mexicana, murió enferma de violencia misógina por el conquistador.
Esta ciudad que vio brincar y cantar a miles de miles de mujeres , pidiendo justicia, se vuelve a levantar, como las compañeras de Morelia, Tlaxcala, Oaxaca , miles, miles en todas las ciudades, mexicanas dignas y soberanas que a pesar del estigma , el miedo, la persecución, los golpes, las asesinadas , salimos a decir: “¡Somos la revolución de la vida feliz!”.
Negras, putas, obreras, madres todas, nos defendemos del sistema. Prohibido, prohibir lo lúdico, lo mujer, lo femenino, el ser mujer, todas con la S mayúscula de las mujeres en su diversidad, salimos a decir: ¡Quítate tus privilegios conquistador, patriarca violador!.
Salimos por la abuela, la madre, nosotras consientes de que en nuestros cuerpos existe la explotación del sistema capitalista neoliberal. Nosotras con el dolor de haber luchado con las que hoy son protegidas por la ansiedad, el hambre, los harapos del sistema que nos mata a diario.
Salimos a revolucionar, volver a luchar por nuestros derechos, por un futuro libre. Hoy el poder implementa nuevas formas de reprimir, dice tener una policía feminista. El feminismo es el cuestionamiento al sistema de poder patriarcal, por todas las formas de represión que estructura, para reprimir, ser mujer.
No existe ningún cuerpo policíaco feminista , ni violeta, eso es una intriga más, masculina egocéntrica del poder. Todos los cuerpos represores, aún que sean de muchas vaginas, son eso, cuerpos represivos del sistema.
Y lo hicimos obvio saliendo a luchar, rebeldes y hermosas de dignidad.
Estoy muy orgullosa de ser feminista, gracias hermanas, socias de vida y lucha, lo hicimos muy bien.
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