En el país de no pasa nada, un intelectual de esos que se encumbran sobre el asta de la bandera roja y los emblemas bolcheviques apoyó al candidato de la oposición.

Llevaba ocho décadas en el poder el mismo partido en algo así como una “dictadura perfecta”, el intelectual interpelado se dijo a favor del cambio y a los pocos meses de que ganó su candidato se desdijo del apoyo y se arrepintió del mismo y de la acción nacional de una corrupción por otra, bajo la única diferencia de ser en el nombre de Dios.

Pasados los años volvió a ser recargadera de un nuevo candidato que enarbolaba a los pobres como encaje de su estandarte, pero no ganó (le hicieron fraude, decían) y a los seis años otra vez el mismo cuento del mismo candidato y del mismo fraude.

Pero al sexenio siguiente ahora si ganó.

Lo malo es que el intelectual se tuvo que arrepentir y desdecir otra vez porque el de izquierda no lo fue tanto y desesperanzó al país de los pobres y de la esperanza.

Un reportero le preguntó entonces al intelectual:
¿De qué se va usted a arrepentir en el próximo sexenio?

EDUARDO PINEDA
27 de enero del 2023
(De la colección “Interpelaciones inoportunas”)