LA RADIO

Del día mundial de la radio nos enteramos por Facebook, por Twitter, por Instagram, pero no por la radio, ya tampoco por la televisión y mucho menos por la prensa escrita.

Del día mundial de la radio pocos hablaron, porque pocos ya hablan en la radio, ésta se ha convertido en un reproductor de música sin fondo, en una máquina que programa “rolas” y da la hora, y eso, a veces.

El día mundial de la radio fue enarbolado solo por los que hacen radio, por los que no olvidan lo que una cabina significa: intimidad, soledad, pero una soledad que habla a la multitud, una voz encerrada tras paredes acolchonadas que se escucha por megáfonos en los confines que sus Hertz alcanza, intimidad que te habla al oído como contándote los secretos del mundo.

El día mundial de la radio es una voz de melancolía, un susurro de recuerdos, un “Al aire” nostálgico, una memoria condensada por las generaciones que sintonizaban y se reunían entorno al radio para escuchar la radio.

Lo que se dice en la radio se dispara por una antena y queda en el aire y tu receptor lo capta; en el pasado había mucha audiencia y pocos receptores, hoy por desgracia hay mas receptores que audiencia, pero la radio sigue en el aire y la voz que susurra sigue en tu oído si tan solo te dispusieras a escucharla.

EDUARDO PINEDA
Febrero 13 2023
(De la colección “Interpelaciones inoportunas”)


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