Ella y sus hijas.

Cecilia Espinosa

Hay rosas que están.
Al recordar nunca existe la ausencia.
Y los reclamos no son más pájaros cautivos.
Esta alas, listas para el vuelo,
se fortalecen de tu nostalgia, su ejemplo resilente, y digo presente en la tarde lenta y sanadora.
Así nace mi alma, como el poema.
Las hermanas escriben vida, hacen belleza.
Mágica tarea, la libertad como palabra sanando. Va al paisaje rosas y cantos.
Madre que cuida sus rosas, lleva en las manos el nido de las García.


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