EL CORTEJO DEL SEÑOR BERNI

Ayer por la tarde, mientras caminaba hacia mi casa, al doblar la esquina última, para enfilar hacia mi calle, me topé de bruces con Mariola, a la que yo llamo cariñosamente «la novia del barrio». Mariola es una mujer de altos pechos, y de caderas anchas, donde cabe todo el deseo y el amor imaginario del mundo. Sus labios gruesos y permanentemente pintados de carmín, sugieren festines desenfrenados, en tardes alocadas, desbordando la libido masculina en el néctar anacarado de la fecundidad.

Mariola es un personaje entrañable para mí, y no porque haya hecho uso de sus servicios, para los que es una verdadera artista, sino porque es muy simpática, y no tiene reparos en saludarme, y en darme algo de conversación cuando nos encontramos. Ella sabe que en mi casa me espera mi esposa, que sacia de sobra todo lo que Mariola ofrece a los hombres del barrio.

Hoy, entre risas, y carcajadas en algunos momentos, me dice que se ha echado un novio:

-Pues te lo tenías muy callado, Mariola… me alegro de que, por fin, hayas encontrado el amor
-¿A que no sabes cómo se llama mi amor?
-No, tú me dirás…
-Se llama Berni
-Y no será por casualidad tío de alguien muy bien colocado…
-Bueno, creo que tío sí es… lo de bien colocado, será si acaso por lo bien que lo pasa conmigo…
-Lo supongo…
-Claro, le pongo en órbita casi todos los días… jaja…

Después de estas risas con Mariola, acudo a mi hogar, donde me recibe, entre sonrisas y cariño, mi mujer, que es el amor de toda mi vida, y con ella continúo la conversación iniciada con Mariola:

-Por lo visto, me comenta ella espontáneamente- ha llegado al barrio un señor que se ha hecho famoso, porque corteja a las muchachas…
-¡Ah, sí!, contesto perplejo-
-Por las noches organiza rondallas, debajo de los balcones, y no te creas que le toman por un loco, que tiene bastante éxito
-Y este nuevo Don Juan que nos ha salido, no se llamará Berni, por casualidad…
-Pues no lo sé, me dice mi esposa güiñándome un ojo- pero creo que tiene muy largo el fondo del bolsillo, y que siempre lo lleva cargado…
-A saber dónde lo cargará, le contesto yo entre risas irónicas-
-Pues, precisamente porque lo lleva cargado, necesita descargarlo… jiji…
-Se trata de una gozosa servidumbre, mujer mía
-Poderoso caballero es…
-No me digas más, cariño, que luego todo se sabe…

FRAN AUDIJE

Madrid,España, 17 de abril del 2023


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