María Rojo

Por Raúl Jiménez Lescas
¡Amé esa película y me terminé enamorando de #MariaRojo, no se crean que soy vigamo! No, no, para nada. Amor cineasta, así puedes tener cientos de amores cineastas sin ser vigamo. ¡Y eso que no la había visto de rojo como en Danzón!

Ya sé que la REA me censurará por escribir vigamo y no bígamo como dios y la REA mandan. Pero vígamo es cineasta sin ser bígamo, creo que ya me entendieron menos los viejitos de la REA. Son juegos de palabras que me enseñó un inglés de cuyo nombre nunca se me olvida.

El cuento en que se basó fue de Gabo, el cual hay que leer y re-leer… su final es sorprendente: no era la muerte a quien esperaba, sino un galán, dijo la puta española, cuando le tocaron la puerta: esperaba la muerte, pero le llegó un galán. Ella simpatizaba con los anarquistas de la República y de mi heroe español: Durruti. Así es… conozco tanto la Historia de España como la de México.

Cuando visité Cataluña, ya hace muchos años, siempre conté esa historia catalana escrita en Coyoacán, México… lo catalanes nunca me creyeron, y siguen sin creerme. ¿A quién le importa? No hay como ver a #MariaRojo con vestido rojo y bailando en Veracruz un buen danzón, con un galán viejo pero que sabe bailar y no con la muerte. Lo importante es que yo disfruto de esa peli de Hermosillo y el cuento corto de Gabo.

Los artículos de opinión son responsabilidad exclusiva de sus autores.