Cuando tengas 83 años. Mi recuerdo de Lennon

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Por: Raúl Jiménez Lescas

Morelia,Michoacán,9 de octubre del 2023

Hoy cumpliría 83 años Juanito Lennon y todos nos imaginamos cómo lo haría: cantando, componiendo canciones, amando a Yoko y a sus hijos, Julian y Sean; como ya pasó hace mucho de los 64 años (Cuando tengo 64 años de The Beatles, por cierto compuesta por Paul), Lennon tendría 80 y tantos años.

¿Cómo conocí a Lennon?
En el baúl de mis recuerdos encontré que la primera vez que vi y escuché a Lennon, fue en la película “La Noche de un día difícil” (prefiero otra traducción: Que noche la de aquel día). Corría el poderoso año de 1966, poderoso por muchas razones, el movimiento estudiantil nicolaita, el mundial en Londres y, The Beatles, en mi pueblo bicicletero de Oaxaca. Literalmente bicicletero, yo mismo tenía, años después, una Chooper y mi tío Otilio siempre anduvo en bicicleta, como muchos de mis amigos. Nos fascinaba andar en bici, de hecho, yo fui al Tec de Oaxaca, hasta el 3er año del bachillerato en mi bici. Era un bicicletero.

Pero bueno, Lennon cantó una canción que me estremeció hasta aquello que no les puedo contar porque no lo entenderían: el alma. “Debía conocerla mejor” con armónica. Obviamente, tenía como 6 años de edad, posiblemente no los cumplía porque al nacer en diciembre, entraba a la escuela meses antes que los nacidos antes de septiembre, como establece la regla de la SEP. Y mucho menos sabía que tenía alma. Por supuesto que no entendía ni “J” del inglés, pero la canción, el ritmo pero sobre todo la armónica de Lennon me estremecieron, quizá porque en las noches veía a mi padre tocar su armónica. Ya de puberto, mi Pa me enseñó a tocar la armónica y estuvimos, frente a la viejísima consola que teníamos, sacando las notas de Debía conocerla mejor. Le pregunté: ¿Y qué tal toca la armónica Lennon? Papá respondió: Es muy bueno. Desde esa fecha, tengo mi armónica Blues Harp MS (alemana), puedo poner una foto para los incrédulos y puedo tocar los acordes de la canción que estamos recordando.

Tenía menos de 6 años cuando conocí a Lennon. Mi Madre me dijo: ni creas que te voy a dejar que te crezca el pelo como a los mechudos, porque te corren de la Primaria. Estaba estudiando primer año de Primaria en la “Abraham Castellanos” y recuerdo que mi salón, con la maestra Lupita, estaba en un rincón, pero ahí inicié mi ciclo educativo. Tengo pocos recuerdos del salón, sí de la profesora Lupita, porque también estuve con ella en el segundo año. Mi Ma decía que era la mejor. Tengo el recuerdo de dos de mis amigos que lo serían por años: Enrique y Fernando, les encantaba la bicicleta como a mí.

Lennon trastoca mi infancia hasta cierto punto, porque seguí jugando canicas, el balero, el fútbol, la gallina escondida, las “Machincuetas del año pasado” (brincar en las camas, pero el primo Pepe así le decía). Recuerdo perfectamente cuando fuimos con Pa a comprar el disco 33 RPM al centro de Oaxaca de Juárez, por presión de mis hermanas, Judy y Paty que querían el disco “Volúmen IV The Beatles”. De hecho, mi hermana Paty tiene en su casa la funda de ese disco de 1966 (Oaxaca lo recibió dos años después, nada mal para un pueblo bicicletero). ¿Por qué fuimos a ver esa película, sí, obvio a mi Pa no le gustarían para nada The Beatles?

Eso es lo interesante de la historia que les cuento, por lo tanto no es una historia, sino un relato. Mis hermanas confabularon y me dijeron: Dile a Papá que vamos a ver la película de “los Bicles”. ¿Y eso qué es?
Está buena, tú dile y a ti te hace caso, pues eres su consentido.

Así que entré a la confabulación por inconsciente, pero que bueno que lo hice. Muchos años después a mi Pa le gustaron algunas canciones de The Beatles.
“Caballero: toque Yesterday”.
Ya tenía buen gusto y tocaba Yesterday al estilo los Panchos, con notas que le gustaran a mi Pa y Ma. El tío Juanito nos veía atónitos porque él era fan de Los Panchos y nosotros The Beatles. Me refiero a los primos. Yo no veo la contraposición, me gustan Los Panchos, me gustan The Beatles. Así que la primera canción que toqué en la guitarra, años después, creo que el 5º año de primaria, ya en la Escuela Primaria “Francisco J. Múgica” (mi general) fue Debía conocerla mejor y, por supuesto, Y la amo (esa es de Paul). Fue el tío Juanito quien me enseñó a tocar en una pequeña guitarra que me la compró Pa.

Para aprender esas canciones comprábamos una revista en blanco y negro, de muy mal diseño, con las tonadas de las canciones. Se comparaban en el kiosco de Oaxaca. Hasta su muerte, mi Pa me decía: Haber caballero, saque la guitarra y toque algo… Una vez lo sorprendí, porque me hice un adaptador para tocar al mismo tiempo la armónica y la guitarra, por supuesto, para tocar Debía conocerla mejor.
Mi Pa amaba tanto la armónica que nos tocaba Las Mañanitas en nuestros cumpleaños… Cuando ya vivía en Morelia, sonaba el teléfono y él tocaba Las mañanitas. Para él la distancia era lo de menos.
A estas alturas del relato, “Debí conocerla mejor” de Lennon deben creer que es una indirecta a un amor frustrado o algo así, pero no, tenía 6 años, quizá menos, cuando me gustó esa canción de Lennon, nada que ver. De hecho, ahora me parece una canción fresa y de versos sencillos… ¡Pero la sigo cantando!

Ese es Lennon. Puede ser muy sencillo o muy complejo (A través del Universo). Cuando formé mi primer grupo de rock, por supuesto, mi Pa, me compró una guitarra eléctrica, roja y negro como yo la quería (no quería hacer huelga, aclaro). Fuimos emocionados a la tienda Figueroa de Oaxaca y ahí me la compró. Vamos caballero, dijo, toque algo, yo no sabía tocar una lira eléctrica, pero dije, pues si me chamusco, ya será mi suerte… y toqué Debía conocerla mejor, que me sabía los acordes, el requinto y hasta cantaba –según yo y mis sueños guajiros- mejor que Lennon.
Creo que Lennon no la volvió a cantar menos en sus momentos radicales en NY. Pero yo religiosamente, los domingo cambié escuchar la 9ª de Beethoven por Debía conocerla mejor de Lennon.
Obvio, después mi compadre Beethoven, cada domingo como en misa. Yo sí voy los domingos a misa: Lennon y Beethoven, como dios manda.

Lo que jamás podré olvidar en mi vida es cuando murió Lennon. Porque mi Ma me llamó por teléfono en la fría y fea noche de diciembre y me dijo: Mijo, tengo que darte el pésame… el silencio fue mortal…. Acaban de matar a Lennon, lo siento mucho…. Lloré como se debe llorar, como llora un hombre, y puse “Debí conocerla mejor” y toda la noche música de Lennon.
Mi cara se puso blanca, quizá más pálida que una sombra.


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