Hay algo en tu profundo mirar oscuro y sublime

Hay algo en tu profundo mirar
oscuro y sublime,
que traspasa todo lo que hemos conocido y conocemos,
la inmensidad y el misterio de mil océanos
(aún cuando se que perderé la vida)
invitándome a sumergirme en ellos.

Que castigo es condenarme al infierno contigo
si al observarte vienen a mi vastos recuerdos
de habernos amado en una vida pasada
donde la lujuria y la perversión fueron nuestra bandera
y nuestro himno el amor verdadero.

Ya no llevo tus cicatrices en mi cuello ni surcos en mi espalda
ni el obsceno carmín de tus labios derramándose por mi, cuerpo abajo,

lo que si llevo es el latir de nuestros corazones en sincronía acompasados
y ese lazo rojo invisible al que permanecemos atados.

Ya no llevo tus cicatrices en mi cuello ni surcos en mi espalda
las llevo en mi incorruptible y siempre tuya alma.

No me mires así amor
entre el cielo y el infierno en este mundo terrenal
al que ya no pertenecemos.

Luis Navarro García


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