NOCHE VIEJA MÁGICA


Por Francisco José Audije Pacheco

Delicioso presente del averno,
Hasta vienes tostada en el fuego,
Que cuece el pecado, y alienta
Un sentimiento de libido repleto.

Mujer lasciva, hija de Lucifer:
En tu mirada oscura
Se funden los placeres
Prohibidos, pero deseosos…

Abrazarte y quemarse,
Derretido en tu calor demoniaco.
Sucumbir a tu sexo magnífico,
Galaxia de gozo estrepitoso.

Sueño caer en tu profundidad,
Y cuanto más hondo caigo,
Más deseo la esclavitud
De tus pechos dadivosos.

Sueño que me vacío en ti,
Mientras ardiente me llenas
De tu lava volcánica,
Torrente salvaje que fluye.

Toda tú, tentadora,
Epidermis de caramelo,
Brazos que nos atan,
Muslos de ensueño.

Tus caderas, rompeolas
De mar embravecido.
La tempestad se desata,
A merced del fauno mueras.

Escalas la gloria
Divina entre himnos.
Tú, que venías del hades,
Descubriste el paraíso.

Sucumbiendo a mi fuego,
Hija de Lucifer, mutaste
A un bello astro luminoso,
Reconquistado Edén.

Hemos cambiado las tornas:
Soy yo tu infierno ahora.
Quedando exhausta de besos,
Socavan tu sexo las olas.


Descubre más desde REVISTA UNIDAD PARLAMENTARIA

Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.

Deja un comentario