Luis Navarro García

Chinchón,(Madrid), España, 29 de diciembre del 2023

Por aquellos a los que nos ocultan,
por aquellos que nunca nos sacan en sus fotos,
por aquellos que nos mienten,
por aquellos que celebran nuestros errores,
por aquellos que no pueden mirarnos a los ojos,
por aquellos que bajan su cabeza hasta enfocarse en el suelo.

Por aquellos que alzan el vuelo
cuando a tu lado iban a estar en este entero trasiego

Por aquellos que te venden
por alimentar su puto mal nacido y bastardo ego.

Por aquellos desgraciados que en tu presencia te sonríen
y a tus espaldas te clavan su envidia por entera
hasta la empuñadura de sus miedos.

Por aquellos que te dejan de hablar
porque no soportan tu negativa a quedar
¡¡ Chiquilla aún te queda vuelo !!

Por aquellos que buscan excusas y culpables en lugar de soluciones.

Por toda esa escoria de mierda
ya que sin vosotros tristes y pobres diablos
no hubiésemos crecido de la manera
en qué lo hemos hecho
para seguir cegándoos con nuestra luz.

Por todos aquellos que formáis parte de nuestra vida,
por todos aquellos que con vuestra sola presencia
ya alimentáis la llama de la eterna amistad.

Por todos aquellos que un día aparecéis como de la nada y abrís nuestro cielo
Mandando al infierno nuestro infierno.

Por aquellos que sin decírtelo
no hace falta más que verlo
su amor y su cariño
en sus ojos es un eslogan eterno.

Por aquellos que habéis demostrado
saber llegarme hasta lo más profundo.
Joder ya os vale !
Os quiero.

Que sensación tan tremenda sentir que alguien
fue capaz de saltarse y reventar todo tipo de cerradura,
de volar por los aires cualquier muro,
derribar cualquier barrera hasta llegar a mi siempre iluso y sensible corazón
y demostrarme con esa sutil caricia
donde sus palabras se convierten en hechos.

A los que habéis acariciado la fibra más sensible de mi mente
y por descontado habéis dispuesto de a mi corazón darle un vuelco
he de admitir que me habéis asombrado con vuestro conocimiento sobre mi
y de cómo una vez más hay mil maneras de ser amado.

Por vuestra luz, por vuestra energía bonita y clara,
por vuestra iniciativa, por vuestros detalles, por vuestros nobles sentimientos
os quiero.

Por la misma vida
que un día te eleva hasta el cielo
y otro día, en un mar de lágrimas no te da ni consuelo.

Por ese maldito infierno
en el que no se oyen nuestros gritos de auxilio,
donde todo es silencio.

Allí donde tú estás solo
ese transitar arduo y doloroso
en el que las mismas llamas que te queman
y te recuerdan lo jodidamente frágil que eres
te vuelven a cocer y a construir desde las cenizas del recuerdo a puro fuego.

Por el libre albedrío,
por la siempre bonita y romántica tristeza
por esa lágrima que te recuerda que eres humano, fruto de un pensamiento, de un recuerdo.
por esa lágrima que no acaba de romper a brotar y muere en el mismo lagrimal
sin caer al suelo.

Por cuantas manzanas he mordido
por cuántos pecados a mis espaldas llevo
por cuantas veces he bajado hasta el infierno.

Por cuantas veces
mi corazón acariciaba tu lindo rostro
a través de la yema de mis dedos.

Por cuantas veces
mis labios se posaron levemente en tus oídos para decirte «te quiero».

Por cuantas veces mis labios se desvanecieron
por tu blanco cuello y tus hombros, por tu torso…

Por cuantas noches te escribía de madrugada,
apenas la compañía de una vela y esa luna mágica
al otro lado de la ventana y tú en mente,
y en mi puño, dibujándote entre estrofas y versos.

Por quienes me cuidan en esta vida
por quienes tienen la iniciativa de ayudarme
por quienes me tienen en sus rezos y ruegos.

Por quienes me cuidan desde ahí arriba
aún después de que partieron
por quienes sois ese rayito de luz
que nunca me deja
que cada mañana me dais los buenos días
al abrir la ventana y mirar al cielo.