Alejandro Gálvez Cancino, Carmen de Aguinaga, Ana Buenrostro, Román Munguía Huato y Mario Robles Báez
Morelia,Michoacán,11 de enero del 2024
El 5 de enero en Bethesda, Maryland, EUA, murió Jorge Aguilar Mora, historiador y escritor destacado. Nació en Chihuahua un 9 de enero de 1946, fue el último hijo de la familia Aguilar Mora y como sus hermanos, destacó por su radicalidad en cuestiones políticas y literarias.
Dos acontecimientos lo convencieron sobre la necesidad del cambio social en nuestro país y América Latina. Sus dos hermanos Manuel y David participaron en la política estudiantil desde finales de los cincuenta y radicalizados, fundaron organizaciones vinculadas a la Cuarta Internacional. David no sólo destacó en la organización de la Central Nacional de Estudiantes Democráticos, y después con su Partido Obrero Revolucionario se sumó a la lucha que en Guatemala encabezaba el Movimiento Revolucionario 13 de Noviembre, donde cayó preso y más adelante fue asesinado por los cuerpos represivos del gobierno de aquélla nación en 1966.
Esto llevó a Jorge a asumir una postura más comprometida con el cambio social, lo que demostró con su participación en el movimiento estudiantil de 1968, siendo elegido por los alumnos de El Colegio de México como su representante en el Consejo Nacional de Huelga. En la tarde del 2 de octubre acudió a la manifestación en la plaza de las Tres Culturas, donde sufrió la represión y fue aprehendido. Estuvo preso en la cárcel de Sta. Marta Acatitla y más adelante, liberado, decidió exiliarse en Francia. Durante su estancia en París, al tiempo que realizaba estudios de posgrado, vivía con muchos jóvenes mexicanos que habían participado en aquellas jornadas de lucha en México del 68, y rememorando así aquella convivencia en su novela «Si muero lejos de ti».
En su prosa sus personajes asumen una posición de partido, ya que consideraba que en nuestros países la tradición democrático-burguesa es endeble ya que “entre el ciudadano y el poder están las formas de gobierno, en el sentido de que, proclamada formalmente la democracia, son los aparatos represivos del gobierno los que mantienen al ciudadano a una distancia prudente del ejercicio de sus derechos y el goce de sus garantías individuales más básicas.”
Esa convicción la mantuvo en su creación literaria y en su ejercicio profesional, ya como profesor de universidades nacionales o extranjeras, o como colaborador de diarios y revistas, como redactor de La Cultura en México o como director de la colección Claves de la Editorial ERA. Hay que recordar su rigurosa crítica literaria a la obra de Octavio Paz en sus libros «La divina pareja» y en «La sombra del tiempo» y su trabajo sobre los escritores del boom “Sobre el lado moridor de la nueva narrativa” hispanoamericana, así como sus libros «Una muerte sencilla, justa, eterna» y «El silencio de la Revolución» sobre los autores de las novelas de la revolución mexicana.


Recordaremos al amigo y compañero y saludar a su familia a la hora de su muerte.
Alejandro Gálvez Cancino, Carmen de Aguinaga, Ana Buenrostro, Román Munguía Huato y Mario Robles Báez
La sombra del tiempo
En «La sombra del tiempo» se encuentran y dialogan dos ensayos. Uno recorre el pensamiento de Octavio Paz sobre la poesía, desde sus primeros textos en la revista Taller hasta Los hijos del limo, pasando por El arco y la lira. El otro sigue la travesía de la narrativa de Juan Rulfo hasta el desmoronamiento de Pedro Páramo al final de una vida hecha de tierra y de símbolos. Los caminos de estas obras, que están entre las más altas de la literatura mexicana del siglo XX, se cruzan en un lugar inusitado: la paternidad. Un conflicto mortal definió, desde el principio, la búsqueda de un origen y de una identidad en la reflexión poética.
Una muerte justa, sencilla, eterna
Lucio Blanco, Ramón Puente, Catarino Garza, Rafael F. Muñoz, Nellie Campobello, Francisco Villa, Antonio I. Villarreal, Silvino García, Venustiano Carranza… Estos son algunos de los personajes, conocidos y desconocidos, que se encuentran, se cruzan, se separan, y se pierden en la multitud de caminos de la vida. Unos personajes tienen nombre, otros son anónimos; unos no supieron morir y otros vivieron su vida entera en un sólo instante: el de su muerte. En Una muerte sencilla, justa, eterna, seguimos las vidas de estos personajes y del mismo autor, y con ellos llegamos a encrucijadas intensas de la historia y de la vida cotidiana donde los hechos, tanto los banales como los monumentales, nos dejan ver su sentido.
Nota:
Falleció el escritor y poeta Jorge Aguilar Mora
La Jornada, 5 de enero de 2024
Ángel Vargas
El escritor y poeta chihuahuense Jorge Aguilar Mora falleció este viernes a los 77 años, informó Ediciones Era, su casa editorial. El deceso tuvo lugar en Bethesda, Maryland, Estados Unidos, donde residía.
Nacido en la ciudad de Chihuahua, el 9 de enero de 1946, el autor se distinguió por su inteligencia, amplia cultura y erudición, así como por ser un ensayista y crítico acucioso y puntual, inclusive se le consideraba uno “de los más incisivos de México”, como lo apuntó su homólogo Héctor Orestes Aguilar en su cuenta de X al lamentar la noticia.
Jorge Aguilar Mora estudió Lengua y Literatura Hispánicas en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), luego cursó estudios de posgrado en París e hizo el doctorado en El Colegio de México. Fue profesor en la UNAM y El Colegio de México, así como en Puerto Rico y Estados Unidos. Colaboró en diversas publicaciones como Diálogos, La Cultura en México, La Gaceta del Fondo de Cultura Económica y Revista Universidad de México.
Los artículos de opinión son responsabilidad exclusiva de sus autores.
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