Tras la Guerra Civil española, librada entre compatriotas que se odiaban a muerte, y nunca mejor dicho, vino un periodo en el que los españoles continuaron muriéndose, pero esta vez de hambre, en una consecuencia lógica que acarrean las guerras, dentro de este país donde la lógica no es muy frecuente. Pero España resurgió de sus cenizas, con el propio esfuerzo de los españoles, ya que el Plan Marshall, por el que cayeron millones de Dólares en Europa, para su reconstrucción después de la Segunda Guerra Mundial, no fue calculado en un principio para España, a la que se pretendía castigar por su régimen dictatorial considerado fascista.
Entonces, el tan criticado y denostado General Franco, tuvo la excelente idea de colocar en su Gobierno, a una serie de profesionales, con un perfil más técnico que político, con la saludable idea de sacar a España de la miseria. Fueron los conocidos como «Tecnócratas», que comenzaron a trabajar en la transformación de España en un país donde la industria y los servicios, marcaran el ritmo de la economía y del crecimiento, en detrimento de la agricultura, que había sido hasta entonces la panacea de la economía española.
Gracias a estos tecnócratas, como Alberto Ullastres, Laureano López Rodó o Mariano Navarro, en España surgió una nueva y amplia clase social, la clase media, en la que dejaron de existir los pobres y los ricos, porque eran familias con los suficientes recursos para dar educación y un futuro a sus hijos. La España de hoy, se sostiene y se basa en estas familias, que la ilógica tan presente en este pedazo enorme de la península ibérica, vuelve a poner en entredicho, y la clase media española creada por Franco, vuelve a retroceder y a ponerse en peligro de desaparición, para volver al subdesarrollo de los pobres y los ricos, bajo la mirada de una Europa, que nos proporciona el chute de droga que necesitamos para continuar sobreviviendo, mientras se degrada nuestra sociedad, y la corrupción se adueña de las instituciones llamadas democráticas.
El título que encabeza este artículo: «Spain is different», es un audaz lema que los publicistas españoles de la época de los tecnócratas de Franco, colocaron al frente de las primeras campañas para promocionar el turismo en la España que estaban reconstruyendo. Y cabe ensalzar este trabajo, porque hoy el turismo es la primera industria del país, al que llegan más visitantes a lo largo del año, que habitantes nacionales tiene España.
Curiosamente, este lema del «Spain is diffrent», que significa en castellano «España es diferente», no deja de tener un doble sentido, en uno de los cuales se halla una mordaz crítica que los publicistas españoles hacen a su propio país. Efectivamente, y como afirmara el británico General Wellington, que se adelantara más de un siglo a sus compatriotas, en visitar España: «Este es el único lugar del mundo, dónde dos más dos no suman cuatro».
FRAN AUDIJE
Madrid,España, 24 de enero del 2024
Los artículos de opinión son responsabilidad exclusiva de sus autores.
Descubre más desde REVISTA UNIDAD PARLAMENTARIA
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.
