QUERER LA PAZ

¿Se imaginan ustedes a un «Señor de la guerra», diciendo que desea la paz, y, a continuación, manda sus aviones y sus tanques a destruir al enemigo con quien manifiesta querer la paz?. Es lógico pensar, que esta paz deseada con palabras o promesas, es un cuento y una estafa, porque las intenciones se demuestran con obras, y no con palabras o promesas.

También es cierto que se debe dar a las palabras siempre el beneficio de la duda, y conservar cierta esperanza de lo que se está asegurando, pero hay palabras con más crédito y con menos, en función de quién las pronuncie, y en función de las circunstancias que rodeen a dichas palabras, de las cuales es posible deducir de partida, en muchas ocasiones, si pueden materializarse o no.

Hay gente supersticiosa que, en cuanto ven determinados signos, ya interpretan que va a ocurrir esto o lo otro: ver coches de color verde, o palomas a tu paso, puede ser motivo de esperanza para los supersticiosos, pero, ahora que no nos oye nadie, os digo en bajito que eso es una gilipollez y un engañatontos.

Yo creo en el trabajo y en el esfuerzo diario, también creo en el poder de la oración y de los buenos deseos. Si queremos la paz de verdad, debemos demostrarlo fehacientemente, pero no luciendo colores verdes ni palomas, porque eso es crear falsas esperanzas si no existen verdaderas intenciones de dar pasos por la paz.

La paz no es decir que se quiere la paz, la paz es proponerse respetar y perdonar a nuestros enemigos, para que estos puedan hacer lo mismo, y, de tal manera sea posible la prosperidad para todos, que me parece es lo justo y lo correcto. La prosperidad para unos hermanos, y la miseria para otros, es claramente denigrante y declarativo de las guerras y conflictos. Cuando hay pan para todos, el pan se debe repartir equitativamente, de otra manera, estaremos pisando el cuello a los más débiles.

Recordemos, que los débiles terminan rebelándose siempre, aunque tenga que ser tras una multitud de abusos, siendo en ese momento cuando surgen las revoluciones violentas. Como dice el refrán: «Más vale prevenir que curar». Trabajemos por la paz a diario, como mejor manera de prevenir los conflictos. Las palabras se las lleva el viento.

FRAN AUDIJE

Madrid,España, 30 de enero del 2024
Los artículos de opinión son responsabilidad exclusiva de sus autores.


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