ESPAÑA: LA CRISIS QUE NOS LLEVA

La situación de España con respecto a la relación entre economía, política, y sociedad, es extremadamente delicada, dada la debilidad de un Gobierno, que se tambalea entre los intereses independentistas de los apoyos políticos que le mantienen en el poder, las ambiciones personales de un presidente del Gobierno, que desea detentar la presidencia contra viento y marea, a costa de prescindir de conciencia, y de cegarse a la realidad, y de una economía maltrecha, que da tumbos, pero es completamente dependiente de la financiación europea.

En estos momentos la deuda en España es de 1.582.773 M.€. Hasta el año 2008 permaneció estable, pero a partir de marzo de 2008, cuando España tenía una deuda de 380.270 M.€, comenzó a subir, primero lentamente, y después de forma exponencial. Desde entonces la deuda ha subido 1.202.503 M. €, es decir un 316%.

Desde 1976, en el que la tasa de paro en España fue de 4,7%, el desempleo creció hasta llegar al 24,6% en 1994. A partir de ese año la tasa de paro cayó gradualmente hasta llegar a un mínimo del 7,9% en 2007. A partir de ese momento, la crisis empezó a hacer mella en el empleo, convirtiéndose el paro en el lastre más importante de la crisis. El último dato publicado por la EPA, señala que el desempleo, en estos momentos, es del 11,8%, 2,5 veces mayor que en 1976.

Después de echar un vistazo a todos estos datos, y ver la mayoría de índices económicos creciendo hacia el desastre, encontramos opiniones optimistas, que hablan de una ligera recuperación de la economía en este año 2024, pero, al fin y al cabo, son datos muy puntuales los que mejoran, en una trayectoria general que va mal, por emitir un juicio prudente.

Si analizamos la gestión político-administrativa que se está llevando a cabo, se explica por pura lógica la crisis en la que andamos inmersos: ante la ausencia de presupuestos, las exigencias de la oposición política, y de los propios apoyos políticos del Gobierno, se ha producido una paralización de la actividad ministerial, que monopoliza el presidente Pedro Sánchez desde su palacio de la Moncloa, actuando junto a un grupo nutrido de asesores. Podríamos afirmar, que el grueso de las decisiones gubernamentales que se están tomando, provienen directamente del presidente, y de un presidente, Pedro Sánchez, obsesionado por detentar el poder a toda costa.

Por otro lado, la política general del Gobierno, en su discurso intencional, y en los pasos firmes que va dando, se dirige claramente hacia un ahogo progresivo de la libertad en España. El Gobierno no solo trata de manipular y de controlar al Poder Judicial, sino que tiende a una intervención, también controladora, de las grandes empresas y multinacionales españolas. Si escuchamos el discurso de diversos líderes de su Gobierno, que claman por un monopolio de la sanidad y de la enseñanza, en una marcada tendencia política al incentivo de lo público, en detrimento de lo privado, la verdad es que sientes la inquietud de estarte acercando a un sistema que va a caer definitivamente en el Comunismo, y en un Comunismo totalitario, por supuesto, porque el control del Poder Ejecutivo sobre la economía y el resto de los Poderes del Estado, no es otra cosa que totalitarismo.

En cuanto a la libertad de expresión, y otros derechos fundamentales, sabemos, igualmente, que se produce una censura solapada sobre los medios de comunicación, y que la corrupción política, algunos de cuyos casos rebosan las alcantarillas del poder, hace peligrar el respeto de los derechos humanos, que ya llevan en entredicho décadas.

FRAN AUDIJE

Madrid, España, 22 de abril del 2024

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