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Por Leticia López Pérez

Ciudad de México 18 de mayo del 2024

A los cuatro años, un nene puede caminar solo, puede comer solo aunque se ensucia todavía, habla, habla sin parar, se expresa y sabe identificar más o menos qué le gusta y qué no.

Tener cuatro años es descubrir el mundo, ya sin usar pañales, ya un poco lejos de mamá, pero entregándole a ella todos los hallazgos que se consiguen.

A los cuatro años empieza la vida escolar como el descubrimiento de la socialización con sus pares, y el pequeño empieza a construir su propio universo, fuera de los brazos de mamá, aunque le cuente todas sus experiencias.

Para mamá también es el descubrimiento de otros pares, que llevan a esos pequeños al mismo lugar que al propio hijo, y la vida empieza a moverse para crecer juntos.

Yo vi la gestación y el nacimiento de Unidad Parlamentaria, a partir de una mente que ya había intentado otros proyectos antes, pero igual que nuestra especie que no siempre tiene embarazos a término, las otras ideas de mi mejor amigo, no tuvieron este destino.

He visto y ayudado a crecer este proyecto, y Unidad Parlamentaria ahora empieza a tener sus propias experiencias, sus alcances, sus logros, mientras nosotros la alimentamos con nuestras letras, con nuestras experiencias, con nuestro corazón.

Los que trabajamos aquí, hemos amado como propia a esta revista, y le hemos estado poniendo nuestra esencia, lo mismo que hemos cultivado una amistad que cada día crece, con la cual también nos alimentamos, y que ha sido capaz de sustentar nuestros sentimientos aún en momentos muy duros.

Yo creo que amamos este proyecto, yo creo que nos amamos unos a otros, y que sabemos que igual que un niño de cuatro años no es un humano plenamente desarrollado, Unidad Parlamentaria no es todavía un proyecto del cual ya hayamos logrado todos sus alcances, pero ya sabemos que podemos hacer grandes cosas, ya sabemos que ahí están todas las posibilidades, y empiezan a asomarse ante nosotros.

Y lo único que tenemos que hacer como equipo, es seguir alimentándola con nuestras ideas. Eso hacemos todos los días, porque de eso se construyen los grandes proyectos, igual que los hijos, que necesitan sustentarse de la energía de la mamá, hasta que pueden sostenerse por sí mismos. Nosotros, todos, le seguimos dando nuestro empeño a la revista, y por ello es que nos da tanta emoción llegar a este momento.

Cuatro años.

Unidad Parlamentaria habla tanto, que hasta en nuestros sueños es capaz de llegar a alguien, y provocarle una sonrisa, o generarle una reflexión.

Se merece un buen pastel, y que se le cante un Feliz Cumpleaños con todo el corazón. Pedirá su deseo, soplará la vela, y compartiremos su esperanza.

Abrazos para nosotros.

Lety

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