El único camino seguro es hacia la muerte


Qué alegría comprobar año con año que seguimos festejando la muerte, nos la comemos, la bailamos, la pintamos de colores, la hacemos desfilar y la aromatizamos con zempoaxochitl, copal y frutas.
Qué rica sabe en dulce de calabaza o de guayaba, chopeada en chocolate caliente, horneda y evaporada en cada suspiro que damos frente a la ofrenda…
En cualquier hora y en cualquier lugar, sin importar las circunstancias: bienvenida seas muerte, pero mientras aguardo tu inevitable llegada, con tu permiso, este pancito me refino en tu nombre y en tu honor.
Eduardo Pineda

CIudad de Puebla 31 de octubre del 2024


Descubre más desde REVISTA UNIDAD PARLAMENTARIA

Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.

Deja un comentario