Nació en 1443 y se formó con monjes franciscanos debido a la influencia en él de su
tío, entonces cardenal, Francisco Della Rovere.
Fue elegido papa después de Inocencio VII, Alejandro VI, Pio III.
Cuando Alejandro VI fue papa, él tomo su distancia del pontífice y buscó refugio en el
castillo de Ostia, en Génova y en Francia.
Luchó por restaurar el poder de la Iglesia en Italia, estando al frente de sus ejércitos y
ganando una batalla tras otra.
A su muerte heredó a sus sucesores una Italia con sus estados pontificios fuertes y
libres de intervención extranjera.
Contrató a Miguel Ángel Buonarroti para que pintara la Capilla Sixtina e hizo que
Rafael Sanzio decorara los aposentos papales.
Julio II
Por Luis Mac Gregor Arroyo
Fotografía de Dominika Gregusová en Pexels.