Si el relato breve constituye una modalidad literaria de narración, que podría considerarse como un género, o subgénero, dentro de la novela, con la lógica diferencia de la menor envergadura de los textos narrativos, en comparación con la novela, narrativa de alta mar, si se me permite un símil o metáfora poética; dentro, a su vez, de esta narrativa breve, constituiría otra modalidad o variante, el matiz de la fantasía, a la hora de escribir historias en prosa, en una pequeña envergadura.

El relato breve fantástico, podría albergar, desde los clásicos cuentos, hasta la ciencia ficción, pasando por historias tan sumamente asombrosas, o hijas de una imaginación tan increíble para la vida cotidiana y normal, que también cabría enmarcarlas dentro de la fantasía.

Los relatos breves fantásticos, que nos presenta el autor Francisco José Audije Pacheco, en una obra que lleva un año en el mercado editorial, se encuentran militando, dentro del género o subgénero de la narración breve, en esas historias que no son cuentos, tampoco ciencia ficción, y que podrían pasar por vicisitudes de las vidas de algunas personas, pero tan sumamente extraordinarias, que bien se pueden calificar de fantásticas.

De los cinco relatos que nos propone esta obra, para una lectura amena, y reflexiva, si se quiere, solo el último de todos ellos, titulado: “Hubo un gran señor”, resulta ser un cuento con moraleja, al estilo más ortodoxo del género, tanto por la temática, como por la extensión del texto, que es el más corto de estas cinco historias. Ser breve en palabras, no implica, de todas formas, que deje de tener enjundia la exposición del relato, de hecho, probablemente, sea este último el que más nos podría hacer pensar y cuestionarnos algunos temas en nuestra vida.

“El doctor Gegúndez”, a la vez que el más prolongado, es el más emotivo de los relatos, a mi propio juicio, en una historia de superación y frustraciones, sobre la labor, tanto profesional, como personal, de un médico muy peculiar. “Una novia para Paco”, es el relato más erótico, a la vez que nos ofrece una experiencia, en parte, vivida por el autor, que no nos dejará indiferentes. “Indigencia”, ahonda en la vida de los desarrapados que habitan miserablemente las calles de las ciudades, y en el mundo del vicio y de la corrupción asociado, de alguna manera, a esa vida indigente. Al mismo tiempo, la historia de un pobre hombre que sobrevive en la calle, posee una dimensión histórica, relacionada con el conocido como “Desastre del 98”, la época en la que España perdió sus últimas colonias de ultramar en el Continente americano. “Margarita Serva Dei”, supone una inflexión en la obra, al contar una historia imaginaria sobre Santa Rita de Casia, la santa agustina italiana, conocida como la “patrona de las causas imposibles”. Este alegato religioso en contra de la eutanasia, fue premiado el año 2006, en Granada, por la revista centenaria, “Santa Rita y el pueblo cristiano”, en la celebración de sus cien años de existencia.

En definitiva, lo que el autor nos desea transmitir, es una variopinta temática, no cabe duda que entretenida, a la vez que difícil de prestarle una creencia de verosimilitud, la cual, sin embargo, nos podría llevar a la reflexión sobre la vida y la constitución del mundo que vivimos. Es desde este punto de vista, desde el que se parte para tildar estos relatos fantásticos de “ejemplares”, puesto que subyace en el fondo de todos ellos, una enseñanza o motivo de inquietud profunda del alma, que cualquier lector puede encontrar, si lo desea, con solo rumiar los sucesos que se nos presentan, como si asistiéramos a una proyección cinematográfica.

FRAN AUDIJE

Madrid, España, 15 de diciembre del 2024
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