SM Rico
Imagen de StockSnap en Pixabay
En los confines más remotos de la Tierra, donde la vida pende de un hilo y la mente se enfrenta a sus límites, surge un fenómeno tan intrigante como enigmático: el factor del tercer hombre. Exploradores, alpinistas, marineros y supervivientes de situaciones extremas han narrado experiencias similares: la sensación de una presencia invisible que los acompaña, los guía y les infunde fuerzas en los momentos más oscuros.
¿Qué es el factor del tercer hombre?
El término, popularizado por el libro de John Geiger, describe la percepción de una figura o presencia invisible que brinda apoyo y guía en situaciones de supervivencia extrema. No se trata de alucinaciones ordinarias, sino de una sensación vívida y reconfortante que ha sido reportada por personas de diversas procedencias y culturas.
La expedición de Shackleton:
Uno de los relatos más famosos es el de Ernest Shackleton y su tripulación, quienes, durante su odisea en la Antártida, sintieron la presencia de un «cuarto hombre» que los acompañaba en su travesía desesperada. Este relato es un pilar fundamental en la comprensión del fenómeno.
Alpinistas y supervivientes:
Numerosos alpinistas han compartido experiencias similares en situaciones de escalada extrema, donde la soledad, el frío y el agotamiento alcanzan niveles críticos.
Supervivientes de desastres naturales y situaciones traumáticas, como los atentados del 11 de septiembre, también han narrado la sensación de ser guiados y apoyados por una presencia invisible.
La referencia al «tercer hombre» en el poema «La tierra baldía» de T.S. Eliot ha generado un debate fascinante. Si bien no se puede confirmar una inspiración directa en los relatos de Shackleton, es muy probable que Eliot estuviera al tanto de estas historias y las utilizara como una metáfora de la búsqueda de esperanza y guía en un mundo fragmentado.

Explicaciones científicas y psicológicas
El factor del tercer hombre sigue siendo un misterio, pero se han propuesto diversas explicaciones:
Estrés extremo y privación sensorial:
Las condiciones extremas pueden alterar la percepción y la cognición, generando alucinaciones y sensaciones de presencia.
Mecanismos de defensa del cerebro:
El cerebro podría generar una sensación de compañía para mitigar el estrés y el aislamiento.
Actividad neuronal alterada:
La falta de oxígeno, el agotamiento y el estrés podrían desencadenar cambios en la actividad cerebral que dan lugar a estas experiencias.
Datos curiosos que alimentan el enigma
La diversidad de experiencias: la naturaleza de la presencia varía desde una figura humana hasta una sensación de energía o intuición.
El origen del término: popularizado por el libro de John Geiger, el término se inspira en la referencia de T.S. Eliot, quien a su vez pudo haberse inspirado en las narraciones de Ernest Shackleton.
En el poema:
¿Quién es el tercero que camina siempre a tu
T. S. Eliot, La tierra baldía, Cátedra, Madrid, 2009
lado?
Si cuento, sólo estamos tú y yo juntos
pero cuando levanto la vista al camino blanco
siempre hay otro caminando a tu lado
escabulléndose envuelto en un manto marrón,
lleva capucha y no sé si es hombre o mujer
—pero ¿quién es ése a tu otro lado?
Un fenómeno que nos invita a reflexionar
El factor del tercer hombre nos invita a reflexionar sobre los límites de la resistencia humana, la capacidad de la mente para sobrevivir a situaciones extremas y la posibilidad de que existan dimensiones de la realidad que aún no comprendemos.
Este fenómeno sigue siendo objeto de estudio y debate, y cada nuevo relato y cada nueva investigación nos acercan un poco más a la comprensión de este enigma que ha acompañado a la humanidad a lo largo de la historia.
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