Los Óscar: ¿Siguen siendo relevantes?

SM Rico

Los Premios Óscar, la noche más glamurosa de Hollywood, han sido durante décadas un referente del cine mundial. Pero, ¿siguen brillando con la misma intensidad? En los últimos años, la ceremonia ha estado en el ojo del huracán, entre controversias políticas, una relación amor/odio con los partidos políticos de Estados Unidos, el abandono de la audiencia y la implementación forzada de nuevas políticas de inclusión e ideología.

Un escenario político desde sus inicios

Desde su creación en 1929 por Louis B. Mayer, los Óscar han sido más que una simple premiación. La idea de Mayer era también contrarrestar la creación de sindicatos dentro de la industria del cine, y así controlar mejor a los trabajadores de la industria. Por otra parte, han servido como plataforma para expresar opiniones políticas y sociales. ¿Quién no recuerda el rechazo de Marlon Brando en 1973, el discurso de Michael Moore en 2003 o el más reciente incidente de Will Smith en 2022 (acto por el que se le prohibió asistir a la ceremonia durante la próxima década)? Estos momentos han generado debates intensos, demostrando que el cine y la política están intrínsecamente ligados.

Premios Oscars 2025

La gala de los Oscar 2025 fue la menos vista de los últimos tres años, con 18,07 millones de espectadores en EEUU, lo que representa un 7% menos que la edición del año anterior, muy popular por el fenómeno «Barbenheimer».

 La duración de la ceremonia, que alcanzó las 3 horas y 47 minutos, y la falta de un fenómeno similar al de «Barbie» y «Oppenheimer» en 2024, contribuyeron a la disminución de la audiencia.

Controversias que marcan la historia

La historia de los Óscar está llena de momentos polémicos: el error del sobre en 2017 (una polémica racial), la victoria de Roman Polanski en 2003 (polémica por acusación de abuso sexual), las críticas por la falta de diversidad (#OscarsSoWhite, que culminó con la acción de Will Smith en 2022).

El discurso de Vanessa Redgrave en 1978, un discurso político en el que criticó el sionismo, generó controversia y abucheos, y provocó que la Liga de Defensa Judía organizara protestas y quemara efigies de Redgrave, así como una fuerte reacción negativa en los «medios de comunicación» de la época, con críticas que la acusaban de antisemitismo.

El beso de Adrien Brody en 2003 (un completo montaje que quedó evidenciado en esta última entrega), la protesta de Michael Moore en 2003, la victoria de «Lo que el viento se llevó» en 1940 y el espontáneo desnudo de 1974. Cada uno de estos eventos ha dejado una huella imborrable en la memoria colectiva.

¿Cambio o controversia? Las nuevas políticas de inclusión

A partir de 2024, la Academia ha implementado nuevos estándares de inclusión y diversidad para la categoría de Mejor Película y, en general, para las cintas que participarán. Estas políticas ideológicas, según ellos, buscan una representación más equitativa en pantalla y detrás de cámaras. Sin embargo, han generado rechazo entre el público, que las considera una «ideología simplona». A pesar de las críticas, la Academia continúa apostando por la diversidad en lugar del talento y un buen producto cinematográfico, argumentando que es un reflejo de los valores cambiantes de la sociedad; una sociedad que no se refleja por ningún lado, ni en las estadísticas reales, ni en la taquilla de las películas, ni en los niveles de audiencia en las premiaciones.

A partir de 2024, la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas ha implementado nuevos estándares de inclusión y diversidad para las películas. Los puntos clave de estas políticas son:

  • Representación en pantalla:
    • Uno de los actores principales o secundarios debe pertenecer a un grupo racial o étnico subrepresentado (asiático, hispano/latino, negro/afroamericano, indígena/nativo americano/nativo de Alaska, Medio Oriente/Norte de África, nativo de Hawái u otra isla del Pacífico).
    • Al menos el 30% del elenco secundario debe pertenecer a dos o más de estos grupos subrepresentados.
  • Equipo técnico y creativo:
    • Se exige que haya diversidad en los puestos de liderazgo creativo y en los departamentos clave de producción.
    • Al menos dos de los puestos de liderazgo creativo y jefes de departamento pertenezcan a grupos infrarrepresentados, y al menos uno de ellos debe pertenecer a un grupo racial o étnico infrarrepresentado.
    • Como mínimo, otros seis puestos técnicos y de equipo deben pertenecer a un grupo racial o étnico infrarrepresentado.
  • Acceso y oportunidades:
    • La producción debe ofrecer oportunidades de capacitación y desarrollo para personas de grupos subrepresentados.
    • La compañía distribuidora o financiadora de la película debe tener pasantías remuneradas y/u oportunidades de capacitación para personas de grupos subrepresentados.
  • Desarrollo de audiencia:
    • La compañía de la película debe demostrar que ha realizado esfuerzos para atraer a audiencias diversas.

La audiencia: ¿Declive o resurgimiento?

En los últimos 5 años, la audiencia de los Óscar en Estados Unidos ha experimentado altibajos. En 2021, tocó fondo con 10.4 millones de espectadores, pero en 2024 mostró una recuperación significativa, alcanzando los 19.5 millones. ¿A qué se debe esta fluctuación? Los cambios en los hábitos de consumo de televisión, la disponibilidad de plataformas de streaming y la falta de interés en las películas nominadas son algunos de los factores que podrían influir en su conjunto.

¿Siguen siendo relevantes los Óscar?

A pesar de las controversias y los cambios en la audiencia, los Óscar siguen siendo un evento importante en la industria del cine. La ceremonia continúa generando interés y debate, y las películas premiadas suelen recibir un pequeño impulso en taquilla y reconocimiento crítico. La Academia se encuentra en un proceso de adaptación a los nuevos tiempos políticos, en un país en declive financiero, que está en crisis, que financia genocidios y que colonializa por la economía o por la fuerza a los países más débiles de América Latina para recuperar su poderío ante China y Rusia. Mientras tanto, con sus ceremonias y las películas elegidas, entretienen al público con la idea de que buscan un mundo lleno de armonía, diversidad e inclusión; entregando premios a una ideología, antes que al verdadero talento.

¿Qué nos depara el futuro?

El futuro de los Óscar es incierto, pero una cosa es segura: la ceremonia seguirá siendo un reflejo de la evolución del cine, la sociedad y la política de Estados Unidos. ¿Logrará la Academia mantener su relevancia en un mundo cada vez más diverso y digital? Solo el tiempo lo dirá.

Los artículos de opinión son responsabilidad exclusiva de sus autores.


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