Blancanieves: Un Desplome Épico en la Era de los Remakes Fallidos

SM Rico

El estreno de «Blancanieves» (2025) ha marcado un hito sombrío en la historia de Disney. Lo que se anticipaba como un renacimiento glorioso de un clásico atemporal se ha convertido en un caso de estudio sobre cómo la desconexión con la audiencia y las decisiones creativas erróneas pueden llevar a un fracaso monumental.

Con un presupuesto de producción que superó los 250 millones de dólares, y costos de marketing que elevaron la cifra total a más de 350 millones, «Blancanieves» (2025) se posicionó como una de las producciones más costosas de Disney. Sin embargo, la recaudación inicial de 43 millones de dólares en Estados Unidos y Canadá, y 44.3 millones a nivel internacional, dejó en claro que las expectativas del estudio, que rondaban los 100 millones a nivel global, se habían desmoronado.

Este desplome no es un caso aislado. «Blancanieves» (2025) se suma a una lista creciente de fracasos recientes de Disney y Marvel, que incluyen:

Comparativo de fracasos de Disney y Marvel

Elemental (2023): Película de Pixar, que al final de su carrera teatral, había ganado $496.4 millones en todo el mundo. tuvo un presupuesto de producción de aproximadamente $200 millones, lo que la convierte en un fracaso, pues debía recaudar por lo menos 600 millones.

Cruella (2021): La película protagonizada por Emma Stone recaudó USD 146.2 millones en taquilla global, pero con un presupuesto de producción de USD 200 millones, no logró alcanzar el punto de equilibrio.

Mulan (2020): La versión en acción real de este clásico animado debutó directamente en Disney+ con un costo adicional, lo que limitó su alcance en taquilla. Aunque no se tienen cifras exactas de recaudación, se considera un fracaso comercial.

El Rey León (2019): Aunque recaudó USD 1.65 billones globalmente, el costo de producción y la inversión en marketing fueron tan altos que la película no logró ser tan rentable como se esperaba inicialmente.

La Bella y la Bestia (2017): Con una recaudación global de USD 1.26 billones, la película no logró superar el alto costo de producción y marketing, lo que la convirtió en un éxito moderado en lugar de un gran éxito.

A Wrinkle in Time (2018): La adaptación de este clásico de la literatura infantil recaudó USD 132.8 millones globalmente, pero con un presupuesto de producción de USD 100 millones, no logró ser rentable.

Tomorrowland (2015): La película de ciencia ficción protagonizada por George Clooney recaudó USD 224.3 millones globalmente, pero con un presupuesto de producción de USD 190 millones, no logró ser rentable.

John Carter (2012): A pesar de su presupuesto de producción de USD 264 millones, la película solo recaudó USD 284.1 millones globalmente, lo que la convirtió en uno de los mayores fracasos de Disney en la década.

The Lone Ranger (2013): Con un presupuesto de producción de USD 215 millones, la película recaudó solo USD 265.4 millones globalmente, lo que la convirtió en un fracaso financiero.

Prince of Persia: The Sands of Time (2010): Aunque recaudó USD 336.2 millones globalmente, el alto costo de producción y marketing hizo que la película no fuera rentable.

The Sorcerer’s Apprentice (2010): La película protagonizada por Nicolas Cage recaudó USD 230.5 millones globalmente, pero con un presupuesto de producción de USD 150 millones, no logró ser rentable.

The Chronicles of Narnia: The Voyage of the Dawn Treader (2010): A pesar de recaudar USD 419.4 millones globalmente, el costo de producción y marketing hizo que la película no fuera tan rentable como se esperaba.

The Watcher in the Woods (2018): Esta película de terror para televisión no tuvo un lanzamiento en cines y se considera un fracaso comercial.

The Nutcracker and the Four Realms (2018): La película recaudó USD 159.6 millones globalmente, pero con un presupuesto de producción de USD 160 millones, no logró ser rentable.

Strange World (2022): La película de animación recaudó USD 110.3 millones globalmente, pero con un presupuesto de producción de USD 180 millones, no logró ser rentable.

Thor: Love and Thunder (2022): A pesar de recaudar USD 760.1 millones globalmente, el alto costo de producción y marketing hizo que la película no fuera tan rentable como se esperaba.

Eternals (2021): La película de Marvel recaudó USD 402.8 millones globalmente, pero con un presupuesto de producción de USD 200 millones, no logró ser tan rentable como otras producciones de Marvel.

Black Widow (2021): A pesar de recaudar USD 378.8 millones globalmente, el lanzamiento simultáneo en cines y Disney+ limitó su alcance en taquilla, lo que afectó su rentabilidad.

The One and Only Ivan (2020): La película de animación recaudó USD 10.6 millones en taquilla, pero con un presupuesto de producción de USD 60 millones, no logró ser rentable.

Capitán América: Brave New World: Tuvo un desempeño mixto en taquilla y un presupuesto significativo. El presupuesto de producción fue de alrededor de $180 millones. El fin de semana de apertura logro $100 millones, pero despues tuvo una caida del 68% en el segundo fin de semana.

El fracaso de «Blancanieves» (2025) plantea interrogantes cruciales sobre el futuro de las adaptaciones en acción real de Disney. ¿Qué salió mal?

Desconexión con la audiencia: La película no logró conectar con el público moderno, que busca narrativas más frescas e innovadoras.

Decisiones creativas cuestionables: La reinterpretación de los personajes y la trama generó controversia y rechazo.

Competencia feroz: El mercado cinematográfico actual está saturado de producciones de alto presupuesto, lo que dificulta destacar.

Criticas mixtas: La crítica especializada no apoyo el filme, y las redes sociales se llenaron de críticas negativas.

Este fracaso podría tener repercusiones significativas en la carrera de Marc Webb, el director de la película. Disney, por su parte, deberá replantear su estrategia de producción y marketing, y considerar si el modelo de las adaptaciones en acción real sigue siendo viable.

«Blancanieves» (2025) es un recordatorio de que la nostalgia no es suficiente para garantizar el éxito. Disney y otros estudios deben aprender de este fracaso y enfocarse en crear historias originales que conecten con el público actual.


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