Por: Atilio Alberto Peralta Merino
Ciudad de Puebla, Puebla, 18 de abril del 2025
Puebla se apresta a conmemorar en años próximos los 500 años de su fundación, ante tal perspectiva, se hace indispensable la plena restauración de la bóveda del Altar de los Reyes de la Catedral , antes de que sobrevenga una tragedia que echaría por tierra una herencia cultural inconmensurable como la que al efecto se plasma en el mural pintado por Cristóbal de Villalpando.
Ante la efeméride pronta ya a celebrarse, me tomé el atrevimiento de solicitar los buenos oficios de nuestra secretaria de Innovación y Tecnología Celina Peña, para lograr por cuenta del gobierno del estado la reedición de lujo de la obra en la que Verónica Volkow, en la que deja constancia plena de la inmensa riqueza que el referido mural lleva consigo implícito, más allá incluso de su indiscutible plasticidad.
En “La Reinvención del Cosmos”, recientemente publicado por la Universidad Nacional Autónoma de México, se desentraña toda la riqueza cultural que el pintor virreinal, dejaría plasmada en la techumbre que resguarda El Altar de los Reyes y cuya imagen devocional central es la “Virgen de la Defensa”.
Al decir de Mariano Fernández de Echeverría y Veytia siguiendo un clásico olvidado de nuestra bibliografía del siglo XVIII de Francisco de Florencia y Juan Antonio de Oviedo: “El Zoodiaco Mariano”, la imagen en cuestión fue llevada en peregrinación a California para regresar a Puebla , de donde, posteriormente, fue llevada a Lima acompañando desde ahí a los soldados que emprendieron la conquista de Chile, testigo por tanto de la aventura referida por Alonso de Ercila y Zúñiga en “La Araucana”, uno de los libros expurgados a Alonso Quijano por la sobrina y el ama tras el primero de los viejes que emprendiera como “caballero andante”
En su exégesis hermeneútico del mural, parte Verónica Volkow de la diatriba esgrimida en la época entre Carlos de Sigüenza y Góngora y el padre Eusebio Kino relativa a las diversas aristas de la ciencia astronómica que empezaba a dilucidarse por aquellas fechas en Europa; y que, según plasma, habría de manifestarse tanto en la cúpula de la catedral de Puebla como en el poema filosófico de Sor Juana; resultando por demás curiosos, que el mecenas de Villapando terminaría por ser el canónico de la Catedral en la década de 1780.
En efecto, Cristóbal Francisco del Castillo designado canónico de la Diócesis, lo fue por el prelado Fernández de Santa Cruz, nada más y nada menos que el autor de la carta que, fustigando a la monja jerónima, exaltaba la relevancia como teólogo el predicador jesuita brasileiro Antonio Vieyra , carta firmada con el sonoro pseudónima de “Son Filotea de la Cruz”, y partir de la cual, Son Juana terminaría por recluirse en sus aposentos haciendo voto de silencio y abandonando la escritura.
Por otra parte, Sigüenza y Góngora tiene una peculiar conexión con la Ciudad de Puebla, dada la crónica de un vecino por demás pintoresco de la localidad, Alonso Ramírez, oriundo de San Juan de Puerto Rico y que llevó a cabo en peculiar periplo por los más recónditos destinos del Océano Pacífico, en medio de aventuras que recuerdan pasajes descritos por Fernández de Lizardi más de un siglo después, en la que se considera la primera novela mexicana: “El periquillo sarniento”.
La formidable interpretación llevada a cabo por Verónica Volcow, destaca la existencia de siete planos simbólicos, en los personal, me llaman la atención los que conciernen a la obra de la fundadora de la orden de las carmelitas descalzas, las “Moradas de Santa Teresa” que a su vez son también siete, y que nos remite a las capillas del convento carmelita en la ciudad de Puebla, en la que figuran las capillas que se dedican a Isabel de Hungría, a la propia “Teresa de Jesús” y al místico Juan de Yepes, el autor de la “Noche Oscura” , un trozo de cuya carne se resguarda como reliquia del monasterio.
Otro de los planos que en lo personal me conmueven, es el referente al de la música, que muestra a los ángeles blandiendo innumerables instrumentos musicales, pese a las disposiciones del cabildo eclesiástico que circunscribía el uso del órgano en los oficios litúrgicos, plano que me remite a la investigación que años atrás hiciera pública Gustavo Mauelón en relación a la enorme aportación de Juan Gutiérrez de Padilla como compositor de cámara de la propia catedral de Puebla, ocupando dichos cargos una generación previa a la de Villalpando bajo el obispado de Juan de Palafox.
Por su parte, destaca asimismo Volkow, la imagen de los arcángeles que, suman también siete , adicionado a los que al efecto consignan los cánones de la Iglesia de Roma con los que se enumeran por la biblia de Enoch de Eritrea; enumeración que permite a la autora hacer libre referencia a la influencia cabalística, al plasmar a los arcángeles como otro de los planos del mural, salvando las censuras inquisitoriales en boga pese a la impronta antijudaica que se imprimiera en el Concilio de Trento, dado que la imagen de los siete arcángeles se relacionó con la iconografía que exaltaba el poderío de Carlos como titular del Sacro Imperio Romano Germánico.
Plasmar en imágenes tal cúmulo de planos simbólicos en una construcción en forma de bóveda , remite de inmediato a la geometría analítica publicada por Descartes con el prólogo correspondiente en 1637, de donde, seguramente, “ El Discurso del Método” habría sido uno de los elementos que enriquecieron la concepción plástica de Cristóbal de Villapando, siendo junto de la Divina Comedia de Dante dos de los referentes que, pese a ser mencionados de manera aparentemente marginal por la autora, son , no obstante, para el buen entendedor, pilares insoslayables de su interpretación.
El otro referente plasmado al efecto con toda intensidad, es, a no dudarse, la riqueza simbólica del árbol sefirótico y del Zohar de Moisés León, durante años, me pregunté si los “árboles de la vida” de Zapotitlán, eran en realidad expresión autóctona o tenían clara influencia judaica, alguna vez, charlando al resepcto, Gustavo Mauelón me comentó que : “en efecto, en la cultura mixteca el árbol tiene implicaciones simbólicas equivalentes a los de la ceiba para el mundo Maya, no obstante, me señalaba, no es de descartarse que, ante tal hecho, hubiera monjes que judaizaran, algunos de manera inconsciente y otro deliberadamente.”
La influencia en la Nueva España del cabalista jesuita Athanasius Kicher, rescatada con toda puntualidad por Verónica Volkw al hacer la cabal interpretación del Mural de Cristóbal de Villapando de la bóveda del Altar de los Reyes, pareciera dar plena respuesta a una antigua inquietud, y permite adivinar lo que los cabalistas de la España sefardita habrían de decir en caso de que una desgracia sobreviniese en la preservación de tal legado.
albertoperalta1963@gmail.com
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