Lusbeyri Angélica Rey González
Ciudad de México 2 de junio del 2025

Mientras escribo el título de esta publicación, viene a mi mente la canción de la película High
School Musical 2 (la cual no era de mis favoritas de esa franquicia) y me hizo sonreír.
Pero la verdad es…sí siento que hay música en mí. Más parecida a la canción que interpretó
Whitney al final de la película Rodger’s y Hammerstein’s Cinderella, diciéndonos que hay
música en todxs nosotrxs.
¡Sí, la hay!
Cada paso que damos escribe una nueva canción; cada elección, una nueva nota. E incluso la
tristeza pinta silencio en la obra de arte que son nuestras vidas.
Mientras crecemos, aprendemos. Mientras aprendemos, nos damos cuenta de lo que nos gusta
y no nos gusta. Lo que deseamos para nosotrxs.
Al permitirme llorar y sentir todo lo que está en mi alma, me permito sonreír y reír desde un
punto más profundo.
Ya no necesito pretender que estoy bien. Y no importa si nadie entiende. Yo no estoy aquí para
ser entendida, yo estoy aquí para ser yo. Estoy aquí para amar, vivir, odiar, llorar para sentir
con todo de mí y lo demás se puede ir…
Sí, muy lejos. No quiero rechazarme más o cambiar para los demás. Quiero ser yo, quien sea
que ella es, en cualquier momento de mi existencia, y que Dios y el Universo, de cualquier
forma que me exprese espiritualmente, de cualquier forma que tú te expreses espiritualmente,
bendiga mi alma.
Porque ya no me importa y si me importa, no importa porque eso no me detendrá.
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