VIRGINIA

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Por Francisco José Audije Pacheco

Es un nombre de mujer,
Que me sabe a mujer,
Sin probarlo con el gusto,
Ni con tacto de mis manos,
O de un abrazo de miel;

De la humana hembra,
Tampoco al calor me sabe,
Ni a fuego en la disputa
Por arrancar el placer
De sus senos, de su vientre,
Generosa entrega de ella,
A su amado hombre,
Sediento aprovechado
De tenerla a mi merced.

Gozando el torrente,
Paso abriendo en su riada,
Recogiéndose las aguas,
Arremolinándose
En cavidades de misterio,
Los adentros de madre,
Preparados para el vástago,
El hijo de la carne,
Y del amor, entre ella y yo.

Virginia, nombre de madre es,
Que yo quiero hacer,
Socavando a pulso
El vientre virginal;
A fuerza de sostener
Senos de mujer,
Que anegaron la boca
Del vital néctar lácteo,
A los hijos que fuimos,
Y a los que podrán ser.

Virginia amada, a mí ven…
Necesito de tus labios el amor,
Ese amor puro del corazón,
Del que salta la sangre,
Y la arbórea savia salta,
Para que nazcan las flores
Y vuelvan a nacer,
En cada primavera,
Y en nuestro amanecer.

Los artículos de opinión son responsabilidad exclusiva de sus autores. @UnidadParlamentariaEuropa

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