EL EGÓDROMO XXVII

Por Luis Mac Gregor Arroyo

PARTE XXVII

hoyoblanco.com.mx

Los Mac: Vanagloriándose de que son los líderes de un clan mexicano prácticamente inexistente. Su líder busca comerse a los más pequeños e indefensos miembros del mismo. Hace cualquier fechoría con tal de bloquear y absorber. Inclusive quitarle a un sobrino político su chamba de vendedor de café preparado en casa para los vecinos de su zona residencial. Digo, haber sido el contador general de la empresa más poderosa del país no le debió alcanzar. Si uno es vaca, ser vaca flaca es desprestigiarse. Sería milagroso que le diera un ataque al corazón por sentimientos nobles hacia los miembros más necesitados de la familia. Total, si un doctor garantiza la insalubridad de la víctima, todo es seguro. El hombre de alto nivel solía comer con sus primas y primos políticos, al grado de no saludar a sus pequeños parientes por su nombre, como si fueran simples pajes. El comensal lo ve fortachón y chaparro: <>. Ya qué, dicen que él muele más que todos los de la familia. En fin, cada porción tiene sus diablitos.


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