Cómo ser maestro en Aguililla y no morir en el intento
Héctor Tenorio
Aguililla, Michoacán, 14 de abril del 2021
El maestro Fernando Padilla pertenece a la sección XVIII del magisterio, tiene 20 años de servicio y es director comisionado frente a un grupo en la comunidad Puerto Aguacatera. Saltó a la fama cuando el 13 de abril se viralizó un video donde se ve al gobernador Silvano Aureoles empujándolo.
El maestro relató lo sucedido y las consecuencias de haber protestado. «Un niño de diez años fue a mi casa y me comentó que el gobernador estaba en la plaza», dijo.
Aceptó en la charla que su motivación para protestar tiene que ver con la inseguridad que se vive en el municipio. «Fue un acto espontáneo, algo inesperado», aclaró.
Se fue con otras personas a la plaza, improvisaron unas cartulinas donde mostraban su inconformidad de manera pacífica.
Cuando llegaron al lugar el gobernador estaba en el convoy de los militares y se molestó porque el maestro Fernando Padilla le gritó que era «un corrupto, porque no se atrevía a viajar por carretera para ver la realidad».
«El Gobernador me encaró y me gritó cállate cabrón”. Incluso, el niño que estaba a su lado reaccionó, «ya vio lo que dijo».
El maestro Fernando Padilla afirmó que las dos mujeres que se unieron a la protesta fue porque sus parientes murieron al no poder ser trasladados por la carretera que va de Aguililla a Apatzingán. “Fueron amenazadas por el gobernador, quien le dijo que a ellas les podía pasar lo mismo. Han muerto muchas personas por falta de atención médica, pero nadie dice nada por miedo a la represión», exclamó.
Añadió que el personal de seguridad del mandatario arremetió contra él y le gritaron «que cerrara el hocico».
Reconoció que cuando lo empujó el gobernador sintió impotencia. «La ley lo respalda por el cargo que ostenta y algunos medios de comunicación lo apoyan», recordó.
Sin embargo, rechazó tajantemente ser halcón, como fue acusado. «Cualquiera puede venir al pueblo y preguntar quién soy», recomendó.
También negó tener antecedentes penales. Explicó que, en el 2002, en Nueva Italia, unos judiciales le quitaron su camioneta acusándolo de que era robada. «Les tuve que dar 15 mil pesos y me la devolvieron, tengo los documentos que comprueban que la camioneta es mía», explicó.
El maestro Fernando Padilla enfrenta una disyuntiva, está siendo amenazado de muerte por los grupos criminales; no puede salir de Aguililla, pero tampoco puede quedarse. «Temo por mi integridad y la de mi familia», precisó finalmente.
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Qué terrible situación. Ojalá den protección al maestro quien estaba en legítimo derecho a manifestarse
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