Un año y medio después de que comenzara esta «pandemia», estamos igual o peor, y el caso es que en muchos países del mundo la tasa de vacunación ha alcanzado más del 50% y en algunos se ha completado.
Ante los numerosos contagios en el tiempo en que estamos y tras miles de millones de personas con la pauta completa (en ningún caso los llamaré inmunizados, pues está comprobado que la vacuna no inmuniza) tenemos las medidas más restrictivas hasta la fecha de varios gobiernos europeos, lo que ha hecho que la ciudadanía de distintos países se alce contra lo que parece ya una dictadura, donde cada día la población es más mermada y pierde más derechos fundamentales y libertades.
Ayer lunes 19 de julio protestaron en Reino Unido. El 60% de los ingresados son vacunados con la pauta completa.
En Francia, desde mediados de la semana pasada, en las calles de las principales ciudades se está manifestando el pueblo en contra de la nueva imposición del presidente Macron de obligar a los ciudadanos a vacunarse sí o sí. En Montpellier, donde se encontraba exactamente fue recibido con gritos, increpándosele.
Recordemos que Macron pretende instaurar el pasaporte vacunal entre otras cosas para entrar a bares y supermercados, imponiendo así la discriminación y el apartheid contra los NO vacunados. Estableciendo una dictadura de la vacunación obligatoria.
Los hosteleros franceses también se oponen al pasaporte de vacunas y demás restricciones sanitarias. “No somos policías”, dicen. “No vamos a exigir ningún papel a nuestros clientes”.
Ante un repunte de los casos de la variante Delta, Emmanuel Macron comunicó un conjunto de medidas de precaución para detener la epidemia y prestó especial atención a la vacunación. A partir del 15 de septiembre, «todos aquellos en contacto con personas frágiles» serán controlados y sancionados por no haber recibido sus dos dosis.
Así también en las islas francesas como Córcega o Martinica también se están manifestando.
Decir que al día de hoy martes 20 de julio, Macron se ha echado atrás.
En Grecia se exige la dimisión del primer ministro (Kyriakos Mitsotakis) por el desastroso plan de vacunación.
Irlanda, Alemania y Canadá también se sumaron a dichas manifestaciones.
En España se ha convocado para el domingo 24 de julio.
Ya veremos que reacción tiene el pueblo español ante tanta opresión y coacción.
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