EL EGÓDROMO PARTE XCIII

Por Luis Mac Gregor Arroyo

Fotografía de Beate bachmann en pixabay.com

 hoyoblanco.com.mx

Los Dioses: No se trata de un grupo de prepotentes ingenuos e ineptos; sino de verdaderos héroes. Muchos de ellos seres humanos en algún momento y otros todavía lo son. Son leyendas como desde el auténtico Thor, Jesús, Buda, Quetzalcoatl y muchos más. Todos o gran parte de ellos vinieron en un desesperado llamado de ayuda a un hombre, con poca consciencia de lo que hacía y le sucedía. Muchos se fueron, posiblemente, a un combate sin sentido. Encabezado por un mal amigo que hasta a mujeres inocentes victimó. Ellos hicieron lo que pudieron. Alguien apareció una vez de manera muy diferente: el buen Jesucristo simplemente apareció desde el coxis y subió y subió y subió y se fue y no volvió. El comensal en receso, para seguir comiendo después, se estaba aventando unas palomitas. Mientras, se le ocurrió mirar al cielo. Se detuvo, dejó de masticar y por un minuto no hizo ruido. De todos, de los que llegaron a lo alto, se les está agradecido. Los que no el seol es amplio, pues muchos hicieron todo lo que estuvo en su poder para que el alma de un hombre no pudiera escapar de su cuerpo y jamás llegará allá… El comensal se les quedó viendolos. ¡Ah barbaros! Hay a quienes la reina, inclusive, les queda cortos.


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