EL EGÓDROMO PARTE XCV

Por Luis Mac Gregor Arroyo

Imagen de Rajesh Balouria en pixabay

  hoyoblanco.com.mx

El Kim: Chaparrito con un trapo envolviéndole la parte superior de la cabeza. De cabello largo esparcido por todos lados. Como si estuviera despeinado después de darse un toque eléctrico: Busca, como muchos otros adolescentes, un camino a seguir en un mundo lleno de rutas poco claras. En su andar trata de comprender su entorno y lo sucedido en él. Es un chico curioso y sin temor. Se lanza en toda dirección que ve para aprender y salir de dudas. Pero con la iniciativa astuta de un joven curioso. Ha caminado por los callejones andrajosos de la megalópolis y conocido a las personas sin moral. Más penosas de estos lugares. A los hombres de falsa luz como sacerdotes de creencias grises que buscan o consideran estar en lo brillante. Ha andado con creyentes de lo rojo, y también con aquellos que encuentran el camino verdadero. El comensal ve al chico de casi 18 años y recuerda a los jóvenes cuando son todo amor y vida: “No hubo Gran deidad”. El Kim camina. Su maestro budista “alcanzó” su objetivo, se unió al todo inefable, saliendo así del juego… Los irascibles ladrones se alejaron buscando fortuna. Y él maduró se volvió una persona como todas… Dios le ayudará: Seguramente. Algunos simplemente tienen la suerte o deciden volverse humanos. 


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