Por Luis Mac Gregor Arroyo

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La Reina Francesa: Apuntándose para salir con su cara blanca pálida y depravada. Cuando los ingenuos despiertan a los pininos de la espiritualidad. Esta mujer añeja que muestra todo menos humanidad en su rostro. Fue superada por Diosa en su incursión por ir más allá de las estrellas y saber más que los almejas gigantes con más de 400 años en el fondo del océano. La reina nomás es puras tentaciones. Muertes obscenas y shocks postraumáticos. Los franceses la deben conocer bien. Al grado que con la Virgen de Lourdes, no tienen que preocuparse por la primera. La glotonería ya no rinde. Pero su hermana de Gran Bretaña todavía le teme. El comensal como que empezó a sentir dolor en la espalda “entre parientes se entienden”.