EL EGÓDROMO PARTE CXXVIII

Por Luis Mac Gregor Arroyo

Foto de pexels-pixabay: 163431

 hoyoblanco.com.mx

Maldición: Todo iba bien… Bueno no tanto la vida transcurría sin bien ni mal, como si no existiera. Como le ocurre a miles de personas en el mundo actual. De repente, ¡pum! La caída. El abismo como les ha sucedido a miles de personas que hoy toman antidepresivos y se enferman por estar encerrados a causa del virus. No, lo de algunos no es así. Es como si ni siquiera esos dos factores tuvieran que calificar para hacerles la vida imposible. Todo es una realidad que es como tu espejo, dicen, hay ángeles y demonios y uno está ahí con la misión de amar, pero de amarse principalmente. Muchos lo intentan. Dicen hay que amar a Dios por sobre todas las cosas. Muchos dicen sí pero no es cierto, otros ni lo intentan, unos pocos lo hacen y de ellos varios afirman haber visto la luz, haber descubierto el amor. Algunos dejaron medicinas y tratamientos y están sanos gracias a ese amor. El comensal se quitó los lentes obscuros que se había puesto: “Yo ya sé qué es el amor, ¿cuántos faltan?”. El lodazal sigue para algunos. Inclusive a riesgo de cambiarles los gustos. De seguro hay hasta quienes se vanaglorian de ello en vez de buscar la ayuda más obvia que existe en muchas colonias donde hay un inmueble con antecedentes de historia de prédica de casi 2000 años. Bojorquez dijo cometer el peor pecado de su vida antes de morir: “no haber sido feliz”. De qué sirve ser admirado si no se logra esa meta. Sólo alguien sabe cuánta necesidad de ello hay en los tiempos actuales. Hoy una persona prendió una vela por alguien y ese alguien tal vez haya prendido la suya desde antes para aquel que prendiera la candela.


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