Una puerta sin esperar

Cecilia Espinosa

Ciudad de México 5 de septiembre del 2022

En casa hay una puerta sin esperar, es el sometimiento de mi sangre.
Y al recordar, mi pecho grita como raíz profunda.
Es un espejo que no busco ver.
Alucinando a oscuras, no encuentro una dimensión.
No soy una mujer solitaria, pero si leyenda en dignidad.
Las mañanas son dulzura sin canción.
Todos me ciñen, el pensar.
Hay dolor desamparado de imaginación.
Yo me fugo al desorden, al baile.
No estoy vencida.
Este territorio un día escuchará mi fuego.
Y en casa, las llaves y puerta cambian al anhelo.


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