El encuentro más importante de mi vida. Cuando convierto a una hada en una sobrina moreliana

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Por: Raúl Jiménez Lescas

Morelia, Michoacán, 4 de diciembre del 2023

Nunca me imaginé que al convocar al Encuentro Nacional del Mezcal en Morelia me iba a convertir en tío de una moreliana. Sí, ya sé que es surrealismo puro, pero como dijo Bretón: México es surrealista.

Yo me dediqué a hacer mis entrevistas a los mezcaleros, a todos, no sólo a mis paisanos oaxaqueños que me atendieron de maravilla: de mezcal en mezcal hasta la felicidad. Pero me resistí a la tentación, como Jesús en el desierto. Y llegó el tercer día mezcalero, el más importante del país mezcalero. Estaba de pie y sin enloquecer. Fue el gobernador de Michoacán a la clausura. Pasó cerca de mi y ni los ojos le clavé. Miré para otro lado, creo que estaba pasando una chica en mini.

Estaba con mi amigo Héctor, que prefiere que le diga el Chuky. Era su cumple y le dije: Vamos al Encuentro de Borrachos para festejarte. Y él aceptó, creo que con mucho gusto.
Además era domingo 3 de diciembre de 2023. Llegamos caminando desde el Lienzo Charro de Morelia hasta el Jardín del Orquidario de Morelia. Tengo la mala o buena costumbre de caminar todas las mañanas entre media y una hora. Le hace bien al cuerpo y al alma, porque reflexionas lo que harás en el día. Así que caminamos.

Faltando 10 metros para la entrada del nido de borrachos, cuando empezó a tocar el Mariachi. Ves amigo, le dije, hasta Mariachis te contraté para festejar tus pocos 44 años. Te ves como de 80, pero sólo tienes 44. Felicidades.
Nos dimos un buen abrazo, como se le debe dar a un amigo. Y el Mariachi no cayó, sino que siguió cantando y tocando.

Al Chuky tenía 2 años de no verlo. Es un tipazo. Cuando llegaba a las 9 horas a trabajar, ya tenía mi café expreso y doble para levantar las almas muertas del infierno. Es un amigo fiel: ¿Me apoyas para poner el templete para que canten mis compadres Rocío Vega y José Luís López Pedraza? Claro, profe, así siempre me decía. Nunca me dijo “doctor”, era su amigo profe. La muerte lo visitó hace unos años cuando lo dejé de ver. Pero la señora muerte sólo lo cachondeó, le dio un beso y se fue.
Eso no lo sabía. Me lo contó en el camino.

Llegamos al nido de borrachos. Directo al Rey Zapoteco de mi amigo y paisano Leo: Un cuartito para empezar, chapulines y sal de gusanito para continuar. Así festejamos a mi amigo el Chucky. René, mi vecino de Villas, estaba más contento que el festejado y servía y servía “chuts” del agua divina que dios nos envió. Yo, como Jesús en el desierto, me resistí, pero la neta, caí.
¿Por qué les voy a dorar la píldora?

Nos fuimos al “aporreadillo” y al “frito de Huetamo” para calmar al diablo que se nos había metido disfrazado de mezcal. Sin exorcismo nos sacamos al diablo. Pero vino la locura. El diablo se fue pero llegó la señora locura.

Un amigo, otro amigo, otro jubilado, otro político… y hasta el hegeliano Rubén. Todos pasaron a saludarme en mi mesa de borrachos no empedernidos, pero borrachos. Chuki dijo: No me imaginé este festejo. Sí un historiador quiere las pruebas, tengo la grabación de las palabras para “demostrar la evidencia”.
Y entonces llegó un hada y me tocó. Yo, por supuesto, no creo en las hadas, pero me tocó y era de verdad.
Se llama Michelle y dijo: ¿Usted es Raúl Lescas?
Yo cerré los ojos. Me toqué la cabeza, de hecho la golpeé antes de responder.
“Sí, yo soy”. Soy tu sobrina, me dijo. ¿Entonces no eres una hada? No, dijo. Soy tu sobrina y me llamo Michelle.

Enloquecía como nunca en años.
“Michelle, ma belle
Sont des mots qui vont très bien ensemble
Très bien ensemble”…. contesté en casi perfecto francés. Esa mero, me contestó. Me paré y empecé a llorar de placer no por el mezcal sino porque soy el único hombre en la historia de la humanidad que convierte una hada en una sobrina de 33 años.

Le presenté a todos los amigos borrachos y nos tomamos decenas de fotos para la evidencia que me van a pedir los historiadores. Ahí está la evidencia: no era una hada producto del mezcal, sino una sobrina de mi más querido primo-hermano en su paso por la bella Morelia hace 35 años. Y yo vivo para contarlo, vivirlo y disfrutarlo.
La hada-sobrina dijo: me encanta el mezcal como a usted tío. Es la mejor prueba que eres una Lescas y no estás clonada. Eres una Lescas y te abrazo como sobrina. Así que ya somos tres Lescas en Morelia.

El gran historiador De Cousteau dijo que los historiadores resucitan muertos. Yo convertí una hada en una sobrina.
Bienvenida Michelle a la familia Lescas, eres bienvenida.

Los artículos de opinión son responsabilidad exclusiva de sus autores.


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