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Tiempo de lectura 7 minutos.
por Leticia López Pérez
I
La presa mejor hecha
tiene porosidad.
El agua llega
hasta el límite.
Tus ojos
vertían agua
en esta presa
¿Cuál era el límite?
II
Señalando a mi cielo
permaneces
con la voz de un ayer
que no recordaba
eres el beso de las palabras
que dejé de decir
e ignoraba
vitales.
En mi centro sea abre
el Universo
que tú has creado.
III
Yo estoy sin piel
esperando
en el suelo se repartían los espacios.
Avancé en la vendimia
de tierra sin dueño
quería mi voz
el polvo era el escenario.
Mi garganta
pegada a tu aliento
muda.
Yo levantaba una mano…
por lo menos, un grito.
IV
¿No fuiste Adán?
Nosotros en ese mundo inicial
a besos, galope vital,
nombramos las cosas
las hicimos nuestras.
No había nada
una mordedura de Adán
en mi cuello
el veneno late en mí.
Adán
inicia el mundo en ti
y tu vaho le da existencia
a lo que no veo.
Me vas dando silencios
hasta que estalla
mi Génesis.
V
é- Hola
ll- Llegas tarde
é- Lo siento
ll- Sube
é- Eso intento
ll- ¿No puedes?
é- ¿Dudas de mí?
ll- A veces,
é-…
ll- Hola
é- Te adelantaste
ll- Lo siento
é- Sube
ll- Ya
é- Que subas
ll- Ya subí ¿No te diste cuenta?
é- No
ll- …
a- Hola
é- Hola
ll- ¿Y tú qué haces?
a- Subo
é- ¿Puedes?
a- Acá estoy
ll- ¡Es cierto!
a- ¿Vienen?
é y ll- No podemos
a- ¿Por qué?
ll- Por él
é- Por ella
a- Ok, entonces me bajo, adiós.
ll- ¿Y sí se subió?
é- No estoy seguro
ll- ¿Por qué no revisas?
é- Tendría que subir
ll- ¿Y no puedes?
é- No en ti
ll- ¿Por qué?
é- Porque no eres mía
ll- ¿Y quieres?
é- Sí
ll- Sube
é- ¿Tú quieres?
ll- Sí
é- ¿ Y… a?
ll- ¿Qué pasa con a?
é- Se va a enojar
ll- ¿Es tuya?
é- Sí
ll- Igual sube
é- ¿Me lo pides?
ll- Te invito.
VI
En el punto del ocaso
el sol entra en la mar
sin apagarse.
Así hacen el amor
cada noche.
Al amanecer
el sol sale
más brillante.
VII
Hoy quería decirte hola, pero tu súbita aparición fue un disparo ¿Sabes cómo duele eso? Existes en el mundo son tus pasos, tus miradas inquietas, con tu voz, y ni siquiera un instante te conmiseras de quien, ignorante del mundo, s´lo atina a mirar que tus destellos crueles desgarran al mundo, que a pesar de ello se complace con el terrible contacto.
Inmóvil, tan sólo soy tu víctima, y sabedor de ello, te alimentas de mi admiración, te acercas, y antes de que pueda yo ver pasar mi vida, el beso mortal acaba conmigo. Ya no hay más historias, sólo un caleidoscopio en mi piel.
Me vacías de mí.
VIII
Ya
Tanto mirarte sin mis ojos
Tanto sentirte de lejos.
Ya
Aquí y ahora, rompe tu voz.
IX
Hoy yo iba a hablar de amor y erotismo
y entonces
decidí
decir
Tú.
X
é- ¿Seguirás arriba?
ll- sí
é- Quiero subir
ll- Vente
é- Ayúdame
ll- ¿Cómo?
é. ¿No saben siempre cómo?
ll- No. Yo no.
é- Pues así
ll- ¿Ves? Ya subiste.
é- Ven conmigo
ll- Ahora no puedo
é- ¿Por?
ll- Tú subiste
é- ¿Por qué no podemos juntos?
ll- No sé
XI
Tu brazo
me dio vértigo
encierras
mis referencias.
Te busco en mi registro
aunque ya sé quién eres
¿Quién eres?
¿Dónde estás dentro de ti?
Tu brazo
remolinos en mi vientre.
XII
Caminas en mi frente
familiar y distinto
¿Por qué no morderte la costumbre?
Hay que penetrarte
jalarte los colores para que seas.
¿Por qué no reventar tus ligamentos?
¡Grítame!
¿Por qué no morderse las palabras aprendidas?
Después de la descarga
no te disgregues
no te recojas
no hables.
Deja que tus dientes
se muestren listos
hasta que no puedas repetir
ese momento
y su sabor.
XIII
Tus labios son espacios libres
mi boca, pies que quieren correr
XIV
Ya casi guardado
el sueño
ya casi a solas.
Mi Dios de adentro
me ve
sin abrir la llave.
Ya sabe de ti
mientras te describo
en mi oración.
(En mi carrera
por alejarme del llanto
encuentro
que mis lágrimas
reflejan tus ojos).
Ciudad de México
Agosto de 2002
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