La Piña más amarga y podrida y sus acciones contra la democracia

Por el profesor Juan Pérez Medina

Morelia, Michoacán, 21 de mayo del 2024

Lo último de Norma Piña Hernández, primera ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), ha sido el descaro. Como fiel representante de la reacción conservadora había sido una constante en su desempeño el atentar contra la democracia y el país, intentando favorecer a la oposición política y económica y actuando en contra de las decisiones y determinaciones de los otros poderes de la Unión pero, sobre todo, en contra del poder ejecutivo.

De hecho, a eso se ha dedicado desde que asumió las riendas del poder judicial. Pero había tenido el cuidado con la formas, hasta el día en que se supo de su reunión con “Alito” Moreno, dirigente nacional del PRI y otros ministros. Luego, el diario Milenio, la evidenció sacando a la luz pública una serie de mensajes de WhatsApp y llamadas a sus mismos compañeros para presionarlos con el objetivo de evitar la caída como presidente del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) del magistrado Reyes Rodríguez Mondragón el preferido del PRIAN, quién acabó renunciando en diciembre pasado.

Pero la reunión con el dirigente del PRI ocurrido apenas hace unos días fue el colmo del cinismo y, con ello, las formas que había cuidado acabaron desnudando a una ministra presidenta militante, que ha venido utilizando el alto cargo que ostenta para favorecer al sector más rancio y conservador del país del cual forma parte y en el que milita.

En cualquier otra nación esos hechos son causa suficiente para retirarla del cargo, pero en el nuestro, donde existe un entramado construido por una derecha clásica, que sólo acepta como realidad su verdad infame, habría generado una serie de actos encaminados a la inestabilidad política nacional en vísperas de la elección más grande de la historia de México y donde la reacción conservadora sabe, de antemano, que va a perder.

No sabemos que fue lo tratado en esa reunión, realizada en la casa de uno de los ministros integrantes de la SCJN y que contó con varios más, además de la presencia de “Alito” Moreno y, por supuesto, quien la había promovido y encabezó: la ministra presidenta Norma Piña Hernández; pero lo que es un hecho es que lo tratado ahí tiene el propósito descomunal de atentar contra el proceso electoral en curso, para favorecer a la pésima candidata prianista Xóchitl Gálvez.

En primera instancia, se trató de un hecho provocador. Al ser un hecho público, uno podría pensar en varias conjeturas. La primera, es que podría tratarse de una acción de provocación hacia el ejecutivo y los partidos de la coalición “Seguimos haciendo historia”, que integran el PVEM, PT y morena; pues seguramente esperaban una reacción que pusiera en entre dicho la permanencia de la ministra frente a la SCJN y, con ello, desencadenar toda una campaña de linchamiento en contra del presidente Andrés Manuel López Obrador, y descalificar la elección.

Porque en el fondo de eso es de lo que se trata. La derecha, que se sabe perdida desde hace ya muchos meses, busca a como de lugar, formas, maneras, ideas que generen inestabilidad política y con ello logren desestabilizar el proceso electoral. Porque como lo he venido afirmando también desde hace meses, para la derecha reaccionaria no hay otra alternativa que la violencia, pues el campo democrático le ha quedado impedido ante la presencia del pueblo que no dejará que este 2 de junio regrese al poder.

Lo que están buscando y, he ahí la importancia de haber podido lograr que Reyes Mondragón hubiese quedado al frente del TEPJF, es descarrilar la elección, tratar de judicializarla, que así será, para lograr su anulación y, con ello, hacer que se nombre un presidente interino que convoque a elecciones en un año y medio, tiempo valioso para intentar revertir la conciencia popular y lograr imponer un presidente reaccionario y conservador.

La importancia de lo que ha sucedido con la primera ministra Norma Piña es que, ante su horripilante desnudez reaccionaria, no quede duda de sus perversas intenciones, como punta principal de la ofensiva opositora. Porque no son los partidos desteñidos que integran el PRIAN los que pueden hacer daño a la fortaleza de la Cuarta Transformación sino, como ya ha quedado de manifiesto, lo es el poder judicial y, por tanto, Norma Piña como la principal representante opositora, papel lamentable, vergonzoso y lleno de cinismo.

El 2 de junio próximo, el pueblo de México está convocado a votar. Este ejercicio ciudadano es de responsabilidad histórica, pues lo que ésta en juego no es menor, sobre todo, si consideramos el sucio y descarado papel que está jugando la oposición. Por ello debemos acudir temprano a cumplir con la obligación ciudadana de votar acompañados de la familia. Invitar a los amigos, a los vecinos, a los compañeros de trabajo. Si todos vamos a votar les será imposible perpetrar sus pretensiones de consumar un atraco desde la SCJN con Norma Piña a la cabeza y la democracia, cual fuere su resultado, saldrá victoriosa.

Los artículos de opinión son responsabilidad exclusiva de sus autores. @UnidadParlamentariaEuropa

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